¿Y cómo es él? Eso ya lo sabemos, más o menos... Y ¿a qué dedica el tiempo libre? Esa es la gran incógnita desde que hace tres semanas abandonara la política.

Cuando explicó el porqué de su retirada puso sobre la mesa a su familia, a ella es a la que quería dedicar gran parte de su tiempo.

De hecho entre sus primeros planes figuraba realizar un viaje a Nepal con los suyos, pero tuvo que aplazarlo por la complicada situación política que atraviesa el pequeño reino del Himalaya.

A su mujer y sus hijos es cierto que dedica gran parte de sus horas libres; pero además unos caballos tienen la culpa de sus ratos de ocio.

El ex ministro de Defensa está aprendiendo ahora todos los trucos de un negocio que tiene su hijo, una explotación hípica en una finca de Toledo, según La Vanguardia.

Hasta el momento controlaba el negocio una amiga de Bono, pero ha sido él quien ha asumido ahora la gestión del negocio, dedicado fundamentalmente a alquilar boxes para guardar y cuidar los caballos de otros.

Y además de eso, ¿qué? Pues poco más, la familia, los amigos y una manilla de vez en cuando en el negocio que tiene su mujer, unas tiendas de una franquicia en Toledo y Albacete.

Si se puede vivir de eso o no sólo él lo sabe. Lo que si tiene seguro durante dos años es el 80% del sueldo que cobraba como ministro, que era de casi 75.000 euros.

Pero además, como ex presidente de Castilla-La Mancha también tiene asignado un despacho, dos secretarias, coche y seguridad a cargo de la Junta tanto tiempo como el que fue presidente de la comunidad... 21 años. Ahí es nada.