El régimen de Gadafi se derrumba y los rebeldes controlan el 80% de Trípoli

Un hombre, en Benghazi, sujeta una caricatura de Gadafi en la que se muestra al líder libio preso tras unas rejas. La gente permanece en las calles celebrando la "victoria" rebelde.
Un hombre, en Benghazi, sujeta una caricatura de Gadafi en la que se muestra al líder libio preso tras unas rejas. La gente permanece en las calles celebrando la "victoria" rebelde.
REUTERS/Esam Al-Fetori
Un hombre, en Benghazi, sujeta una caricatura de Gadafi en la que se muestra al líder libio preso tras unas rejas. La gente permanece en las calles celebrando la "victoria" rebelde.

El régimen de Muamar al Gadafi parece estar a punto de derrumbarse como un castillo de naipes tras la toma de casi toda Trípoli por parte de los rebeldes, quienes, tras seis meses de batalla, aseguran tener cercado el cuartel general del líder libio. No obstante, siguen sin dar con Gadafi, cuyos partidarios aún controlan algunas zonas de la capital, informó la televisión Al Yazira.

Estados Unidos cree que el líder libio no ha escapado y continúa en Libia. "Creemos que sigue en el país", ha dicho el portavoz del Pentágono, el coronel David Lapan que ha avisado que Estados Unidos no enviará soldados a combatir sobre el terreno. El Grupo de contacto sobre Libia se reunirá este jueves en Estambul para "coordinar las próximas etapas" ha dicho una portavoz del Departamento de Estado estadounidense.

El presidente estadounidense, Barack Obama, ha advertido que el régimen del líder libio Muamar El Gadafi "está llegando a su fin", y aseguró que EEUU será un socio y un amigo en el proceso de transición y subrayó que "la Libia que los libios merecen se encuentra a su alcance".

Un portavoz rebelde indicó  Al Yazira que persisten "bolsas de resistencia" dentro de Trípoli y otro precisó que "entre el 15 y el 20%" de la ciudad continúa bajo control del régimen. "Debemos ser cautos, porque hay tropas que están llegando desde el este. La lucha todavía no ha acabado. Dios quiera que nuestra victoria se complete en las próximas horas", ha dicho al canal Al Ahrar, Mahmoud Jibril, un portavoz rebelde.

Entretanto, las informaciones son confusas en torno al paradero del líder libio. Según han informado fuentes diplomáticas a la agencia AFP, seguiría en su residencia de Al-Aziziya en Trípoli. Otras fuentes señalan que estaría refugiado en un hospital (cadena Al Arabiya), y otras, que habría huido rumbo a Sudáfrica (Al Yazira). Sin embargo, el ministro de Exteriores de Sudáfrica ha desmentido que haya enviado aviones para evacuar al coronel Gadafi y su séquito.

Mientras, los combates entre las fuerzas de Gadafi y los rebeldes siguen en algunos distritos de la capital. Los más duros se producen en torno al palacio presidencial, situado en el centro de la ciudad, y sus alrededores. Un grupo de tanques ha salido del complejo y ha bombardeado la zona cercana. Nouri Echtiwi, portavoz de los rebeldes, ha explicado a Reuters que "cuatro horas de calma han seguido a las celebraciones callejeras; después, un grupo de tanques y camionetas con ametralladoras han salido de Bab al-Aziziya, el último bastión de Gadafi, y han comenzado a bombardear la calle de Assarin y el área de Al Jalifa". "Han disparado en todas direcciones, hacia donde quiera que oían tiros", ha añadido.

El ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, ha asegurado que francotiradores del Ejército de Gadafi están disparando desde los tejados a las personas que celebran la victoria de los opositores, aunque Al arabiya informa de que aquellos se han entregado a los rebeldes en la plaza Verde de Trípoli, en el centro de la capital. Según Frattini, los rebeldes están tomando el control del aeropuerto de Trípoli después de que los francotiradores que lo defendían hayan sido arrestados.

Reuters informa de que una columna de cientos de combatientes rebeldes y camionetas con lanzacohetes está avanzando por la capital libia hacia la plaza Verde al grito de "¡Allahu Akbar!" (Dios es el más grande). Al mismo tiempo, Jamis Gadafi, hijo de Gadafi, encabeza una columna de fuerzas lealistas que se dirige al centro de Trípoli, según ha informado la cadena panárabe Al Arabiya citando fuentes rebeldes. Jamis Gadafi es el comandante de la conocida como Brigada Jamis, fuerza de élite del Ejército gadafista.

Al parecer, las fuerzas de Jamis Gadafi han partido del complejo gubernamental de Gadafi, Bab al Aziziya, reducto de las fuerzas gubernamentales en la capital, donde estaría resistiendo otro de los hijos de Gadafi, Al-Mutassin. Asimismo, se ha informado de la presencia de carros de combate gadafistas en las inmediaciones del puerto de Trípoli, además de en Bab al Aziziya.

Un juicio justo

Por su parte, el Consejo Nacional de Transición, el órgano de gobierno formado por los rebeldes en Libia, ha pedido este lunes a sus combatientes y a la población libia que muestren compasión hacia los miembros de las fuerzas del líder libio que han sido capturados. “Hago un llamamiento a nuestros revolucionarios a no tomarse la ley en su mano y dejar que la justicia siga su curso”, ha exhortado Mustafa Abdel Jalil, líder del Consejo Nacional de Transición, durante una rueda de prensa.

Jalil ha llamado a los rebeldes a evitar cualquier acto de venganza y a no tomarse la justicia por su mano, al tiempo que afirma que quiere establecer un Estado de derecho. En cuanto a Gadafi, asegura que desea que espera que sea capturado vivo para que pueda ser juzgado. "Le daremos un juicio justo, aunque no sé cómo se defenderá de los crímenes que ha cometido contra el pueblo libio". NO obstante, ha reconocido que las milicias insurgentes aún no controlan totalmente la capital y que desconocen el paradero de Gadafi, cuya era "ya es historia", añadió.

La OTAN seguirá hasta que Gadafi se rinda

Por otro lado, la OTAN ha asegurado que mantendrá su misión en Libia hasta que todas las fuerzas leales al régimen de Gadafi se hayan rendido. "Seguiremos con las patrullas aéreas hasta que todas las fuerzas pro-Gadafi se rindan" , afirmó una fuente de la Alianza Atlántica, quien dijo que continuarán con "los vuelos de vigilancia".

Fuentes de los rebeldes han afirmado a Al YAzira que la OTAN está planeando bombardear los muros del conjunto palaciego donde podría estar Gadafi para poder entrar. Los rebeldes están pidiendo a todos los residentes de la zona que se mantengan alejados.

Desde que inició la operación "Protector Unificado" el 31 de marzo, la OTAN ha efectuado 19.877 vuelos sobre Libia, los que incluyen 7.505 ataques contra objetivos militares claves del régimen de Trípoli. De acuerdo con el último comunicado de las operaciones de la OTAN en Libia, el domingo atacó y destruyó en la vecindad de Trípoli tres centros de mando y control, una instalación militar, dos radares, nueve lanzaderas de misiles tierra-aire, un tanque y dos vehículos blindados.

Los primeros grupos rebeldes lograron llegar a la periferia de la capital libia en la noche del sábado y rápidamente situaron sus posiciones en los principales barrios de la ciudad, sin apenas encontrar resistencia entre las fuerzas gadafistas. A esta primera avanzadilla se unieron más tarde los combatientes antigadafistas del Frente Occidental y los comandos ubicados en el sur y en Misrata, quienes lograron entrar por mar a la capital libia. Según informaron los propios insurgentes, en apenas 24 horas los rebeldes habían tomado el control sobre casi todo el bastión de Gadafi, incluida la emblemática Plaza Verde, en el corazón de la ciudad, que renombraron como 'plaza de los mártires' y en la que se concentraron para celebrar la victoria de la rebelión.

Gadafi pide a sus leales que resistan

La cadena catarí Al Yazira mostró imágenes de ciudadanos en las calles de Bengasi, el bastión rebelde desde el inicio de la revuelta, y en algunos puntos de Trípoli y otras ciudades, gritando consignas en contra de Gadafi y con muestras de júbilo por la caída del líder libio. Mientras, Gadafi lanzaba un llamamiento a sus seguidores desde la televisión oficial para que tomaran las armas y defendieran Trípoli de "los nuevos colonialistas", en alusión a los rebeldes y la OTAN. En su tercera alocución en menos de 24 horas, Gadafi advirtió a sus compatriotas de que "si no se defienden, acabarán por convertirse en "esclavos de los colonialistas". "No hay sitio para el colonialismo ni en Trípoli ni en toda Libia. Salid, conducid a los libios hacia la victoria. Que toda persona que tenga armas salga a la calle para proteger el país", exclamó, y calificó a los rebeldes de "grupitos de mercenarios, de traidores y de ratas".

Previamente, el portavoz del Gobierno libio, Musa Ibrahim, anunciaba que al menos 1.667 personas habían muerto desde el comienzo de la ofensiva de los rebeldes sobre Trípoli. En una conferencia de prensa desde la capital libia difundida en directo por Al Jazeera, Musa afirmó que la situación era "dramática" y que los hospitales estaban desbordados, antes de lanzar un último llamamiento al diálogo. "La pacífica ciudad de Trípoli se ha transformado en un infierno por causa del apoyo de la OTAN a los grupos de terroristas. Los bombardeos de la alianza han permitido el avance de los rebeldes, y los decesos se han producido en esos ataques o en los combates", señaló.

La comunidad internacional pide que se vaya

En Bruselas, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Ramsussen, aseguró que el régimen de Gadafi estaba "claramente desmoronándose", y sostuvo que el líder libio "no puede ganar la batalla" contra sus propios ciudadanos. "Ahora es el momento de que cesen todas las amenazas contra los civiles, tal y como ha exigido el Consejo de Seguridad de la ONU. Ahora es el momento de crear una nueva Libia, un Estado basado en la libertad y no en el miedo; en la democracia y no en la dictadura; la voluntad de la mayoría y no el capricho de unos pocos", indicó.

Rasmussen instó a Libia a efectuar una transición pacífica y dijo que la OTAN seguirá vigilando los movimientos de las unidades militares y las instalaciones claves, tal y como ha hecho desde marzo pasado, y si ve una amenaza contra los libios, reaccionará acorde al mandato que le dio el Consejo de Seguridad de la ONU para proteger a los civiles.

En esa línea se han pronunciado también el presidente de EE UU, Barack Obama, y la UE, que han coincidido en exigir al líder libio que abandone inmediatamente el poder y han pedido una transición democrática e integradora en el país.

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