¿Los incidentes de los últimos días deslegitiman el 15-M?

  • Después de tres meses de movilizaciones pacíficas y gran respaldo popular, algunas voces se han vuelto en contra del 15-M por su actitud en los últimos días.
  • Los 'indignados' creen que mantienen el apoyo ciudadano tras los incidentes.
  • Una encuesta refleja que hasta 8,5 millones de personas han participado en el 15-M.
Imagen de archivo de una asamblea celebrada en la madrileña plaza de Benavente, junto a la Puerta del Sol.
Imagen de archivo de una asamblea celebrada en la madrileña plaza de Benavente, junto a la Puerta del Sol.
Alberto Martín / EFE
Imagen de archivo de una asamblea celebrada en la madrileña plaza de Benavente, junto a la Puerta del Sol.

El 15-M se ha caracterizado en estos tres meses de reivindicaciones por ser un movimiento pacífico, sin altercados con la autoridad y un civismo que incluso les llevó a limpiar la Puerta de Sol antes de desmantelar la acampada.

Pero esta semana, la tensión social se ha acrecentado. Tras el desmantelamiento la madrugada del martes del punto de información que mantenían en Sol y el desalojo de los pocos acampados que quedaban en el Paseo del Prado, la Policía atrincheró la plaza, impidiendo incluso el uso puntual de la estación de Metro y Cercanías.

Han sido tres días en los que los que ‘indignados’ han intentado de nuevo acceder a la plaza, sin conseguirlo por el fuerte dispositivo policial. La insistencia del movimiento por reconquistar la plaza ha hecho que, en muchos casos, 'indignados' y fuerzas de seguridad parecieran estar  jugando al ratón y al gato por el centro de Madrid. La situación explotó el jueves por la noche ante el Ministerio del Interior cuando la Policía cargó contra los 'indignados', con un resultado de 20 heridos leves y tres detenidos. Manifestantes y policías se acusaban mutuamente de las agresiones.

Marta, la 'indignada'

Marta, una de sus múltiples responsables de comunicación del 15M, afirma que, tras esta semana de acción, el movimiento sigue recibiendo el mismo apoyo ciudadano que cuando comenzó e, incluso, ha ganado fuelle. "Los únicos que intentan desprestigiar el movimiento son las instituciones contra las que protestamos", explica.

Aún así, Marta es consciente de las críticas que ha provocado el Sol. "Es incomprensible que haya gente que nos eche la culpa de esto. Nosotros queremos que se abra, igual que están pidiendo los comerciantes", y alude a las críticas que han recibido desde las tiendas de la plaza.

Por su parte, el sociólogo Javier Elzo, de la Universidad de Deusto, cree que las tensiones que se han producido entre los integrantes del 15-M  y las fuerzas del orden son un "error táctico".  Entiende el uso de la plaza como espacio simbólico durante "un día o dos", pero no le ve mucha salida. "Si el objetivo es ocupar la Puerta del Sol y mantener un pulso con la Policía, que ya ha transigido mucho, llevan todas las de perder -explica-, entiendo que vecinos y comerciantes estén cabreados".

Para Elzo, la prueba de que los movimientos sociales pueden no perder el rumbo son ejemplos como el movimiento ecologista y el feminista, "que nacieron casi de la nada y, tras cometer errores, han logrado parte de sus objetivos". El sociólogo ve como única salida una potenciación de los espacios de discusión, "que no tiene que ser necesariamente en Sol o plaza Cataluña”, y el uso "real" de los foros en Internet.

Reivindicaciones razonables

En una encuesta realizada por el instituto de investigación de mercados Ipsos antes de los incidentes de este jueves, concluye que entre seis y ocho millones y medio de personas reconocen haber participado activamente en el movimiento 15-M. Además el 76% de los encuestados creía que "las reivindicaciones son más que razonables y que tienen el derecho democrático a luchar por ellas" y solo el 7%  se mostraba en contra de ellas.

Elzo desconfía de los términos de esta encuesta. "¿Qué significa activamente, qué significa ‘más que razonables’?" se pregunta. Elzo aclara que si se refieren a estar de acuerdo, "más del 70% de los españoles lo estaría".

"El movimiento 15-M tiene un fondo muy realista: una democracia más participativa, cambiar el tipo de economía, desde una financiera a una productiva…".

Califica estos objetivos como "muy importantes" y se muestra convencido de que estamos en un final de ciclo. "Ellos demuestran que otro ciclo es posible, pero el enemigo es el capitalismo financiero y, desde luego, no se le va a batir acampando en la Puerta del Sol".

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