Los Mossos d'Esquadra han cortado este miércoles la manifestación de miles de 'indignados' en Barcelona para impedir que accedan al parque de la Ciutadella, donde se encuentra el Parlament de Cataluña, el destino final de la marcha. La concentración se celebró para protestar contra los presupuestos catalanes, un mes después del asedio a la cámara catalana en la primera sesión de debate de las cuentas públicas.

La Policía catalana ha montado delante de la estación de Francia un cordón de seguridad con agentes y furgonetas para impedir que los manifestantes prosiguieran su protesta hacia el Parlament mientras les anunciaban por altavoz que no podían continuar la marcha porque "no estaba comunicada".

Ante esta situación, un grupo de organizadores de la protesta han organizado otro cordón de seguridad para impedir que los manifestantes se acerquen a los Mossos y celebrar pacíficamente la asamblea delante de la estación de Francia, a unos cincuenta metros del cordón policial.

Los 'indignados' han empezado su marcha a las 19.00 horas y tenían previsto terminarla delante del Parlament de Cataluña, donde iban a celebrar una asamblea extraordinaria. Sin embargo, tras casi dos horas de marcha durante las que se han parado a protestar delante de entidades bancarias, sindicatos y sedes policiales, los 'indignados' se han encontrado el parque cerrado y un dispositivo policial que les impedía acercarse al Parlament.

Más allá de alguna pintada y algún pegada de carteles, la manifestación ha transcurrido sin ningún incidente destacado.

Entre 5.000 personas según la Guardia Urbana y 30.000 según los organizadores han recorrido varias calles céntricas de Barcelona mientras repetían las ya míticas consignas del Movimiento 15-M: "Nadie nos representa" o "No nos mires, únete". También hubo proclamas a favor de la huelga general. Además, los 'indignados' han pedido por enésima vez el cese del conseller de Interior, Felip Puig, y han aplaudido la dimisión del presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps.