Los puertos del Estado ocupan más de 200 kilómetros del litoral español. La organización ecologista Greenpeace, que ha presentado hoy un informe con una web llamada Destrucción a Toda Costa, considera que los muelles son el relevo del "ladrillo" como "principal agente destructor de la costa".

Para la organización se está formando una burbuja "infraestructural" por un exceso de proyectos portuarios "sin justificación económica" y con "alto coste medioambiental". Aseguran que algunos están asociados "a la especulación del suelo u operaciones de dudosa legalidad".

Para ilustrar su tesis, Greenpeace compara los 20 kilómetros del puerto de Vigo con los 2,3 del famoso complejo alicantino Marina d'Or, al que califican de "símbolo de desnaturalización del litoral". Agrega que el acoso a la ría de Vigo ya "ha rellenado el equivalente a 280 campos de futbol". El puerto de Vigo posee una de las lonjas de pescado más importantes del mundo.

El informe destaca que en Andalucía la privatización de las playas de uso público del Puerto de Almería; en Cataluña la privatización en Barcelona del suelo portuario para fines no relacionados con la actividad portuaria como la construcción de hoteles de lujo; o los planes faraónicos de la Comunidad Valenciana para ganar 153 hectáreas al mar.

Estos excesos no han impedido, en opinión de la organización, que 20 de las 28 autoridades portuarias estén ejecutando o planeen ampliaciones de sus instalaciones. Según el informe presentado, el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT)  gastará 22.480 millones de euros en infraestructuras portuarias en el periodo de 2005 a 2020.

Greenpeace plantea una situación análoga entre los muelles y los aeropuertos, donde la competencia entre las instalaciones cercanas puede causar la aparición de "puertos fantasmas". Solicitan, para arreglar esta situación, un replanteamiento en el modelo de desarrollo.