El trabajo es la principal preocupación para el 44% de los jóvenes zaragozanos. Y razón no les falta, dada la precariedad de los empleos que desempeñan.

Más del 60% de los trabajadores tienen oficios sin cualificar, que no están relacionados con los estudios que han cursado y el 25% quieren cambiar de trabajo. Los más desafortunados (el 10%) caen en las garras de la economía sumergida.

El 70% tienen contratos temporales y los más afortunados (el 14%) están indefinidos. Hay, además, un 4,6% que trabajan como autónomos. Así se recoge en un estudio sociológico encargado por el Ayuntamiento para el III Plan Joven, que analiza cómo viven los zaragozanos de 15 a 30 años.

empleos Jóvenes

Los que trabajan - El 48% trabaja o busca empleo. El 17% está en paro (tarda unos seis meses en lograr un trabajo y el 82% ocupado (de ellos, un 10% sin contrato y el 4% con becas).

Nivel de formación- De los jóvenes en activo, el 6,5% carece de título educativo, el 17,5% tiene EGB o ESO, el 40%, estudios superiores y el 36% son universitarios. El 30% no volvería a estudiar.

Economía sumergida - Afecta más a las mujeres, que se emplean como cuidadoras, camareras, limpiadoras o profesoras particulares. Los hombres trabajan de camareros.

Acceso al empleo - Un tercio de los jóvenes consigue trabajo gracias a contactos familiares y sociales. Los contratos son, en su mayoría, temporales.

Por sectores, el 22% de los jóvenes contratados trabajan en el comercio y hostelería; el 16%, en administración pública, sanidad y educación y el 14%, en servicios colectivos.

CÓMO ES EL JOVEN ZARAGOZANO

La mayoría son estudiantes (52%). Si trabajan, lo hacen en condiciones precarias. Tardan en tener vida autónoma e irse de casa. Se muestran individualistas y poco altruistas.

SOLO EL 32% VIVE FUERA DEL HOGAR

Los que se emancipan se van a vivir con su pareja (14%), con estudiantes (7%) o en grupo (5,4%). Sólo el 4,1% puede darse el lujo de vivir sólo.

FAMILIA Y SEXO SON SUS VALORES

Familia, sexo, dinero y educación son los principales valores de los jóvenes, que dan menos importancia a la religión, la política y el altruismo.