Tres efectivos de la Policía Local de Formentera realizan controles con sonómetros e inspecciones oculares en establecimientos de la isla respondiendo, así, a la necesidad de regular el posible ruino de los locales que ocasione molestias en el descanso nocturno de los vecinos y turistas.

Según ha informado el Consell de Formentera, este reinicio de las inspecciones ha tenido lugar tras haber recibido varias quejas por parte de vecinos, turistas y de otros negocios sobre la contaminación acústica, exceso de aforo, disturbios o alteración del orden público. Por ello, se ha considerado necesario mantener la sensación de orden y estructura, para garantizar el derecho de los ciudadanos a la calidad de vida, así como velar por el respeto entre negocios.

Por el momento, se han efectuado varios estudios en el núcleo turístico de es Pujols, y actualmente se han pedido las licencias de actividad secundaria de 12 bares, de los cuales ocho ya cuentan con la autorización y cuatro están pendientes de finalización de los expedientes.

La institución insular siempre ha considerado una prioridad conseguir una sensación de orden, seguridad y estructura para mantener una convivencia pacífica en Formentera, voluntad que se materializó con la aprobación de la Ordenanza reguladora de horarios de establecimientos de oferta complementaria, que surgió a raíz de la necesidad de adaptarse a las leyes de contaminación acústica y vibraciones.

De esta manera, el Consell tiene como finalidad alejarse de los destinos de masas y ofrecer a los visitantes de la isla una alternativa de ocio respetuosa con la ciudadanía de Formentera que permita conjugar ocio y descanso.

Una de las prioridades ha sido la de ofrecer a los empresarios de la isla un reparto justo de horarios en el que cada tipo de establecimiento, dentro el marco legal de su licencia de actividades, pudiera tener una franja horaria en la que realizar su negocio.

De acuerdo con el artículo 53 de la Ley 1/2007, de 16 de marzo de contaminación acústica balear, es competencia del Consell la inspección, vigilancia y control del cumplimiento de esta ley, exigir la adopción de medidas correctoras, indicar las limitaciones, realizar las inspecciones que sean necesarias e imponer las sanciones correspondientes en caso de incumplimiento. Actualmente el Consell dispone de dos sonómetros que serán utilizados por parte de los efectivos de la Policía Local, que durante el pasado invierno recibieron formación en la materia.

Desde el inicio de la legislatura, el orden público ha sido una de las prioridades por parte del actual equipo de gobierno y, por este motivo, en los meses de temporada alta, se trabaja en fomentar el mantenimiento de un entorno sin contaminación sonora.