En 5 países del Cuerno de África la población se muere de hambre: 105 millones de euros lo evitarían

  • Es la cifra que reclama en 2011 Unicef a los gobiernos occidentales y locales.
  • El Cuerno de África (Somalia, Kenia, Etiopía, Eritrea y Yibuti) padece la peor crisis alimentaria del mundo: desnutrición, sequía y encarecimiento de los alimentos.
  • El 40% de la población nómada, la más afectada, vive con menos de 1 dólar al día.
  • Los campos de refugiados en Kenia se encuentran desbordados por el éxodo de miles de somalíes que cruzan la frontera huyendo de los conflictos armados.
Imagen de archivo de una mujer en la puerta de una chabola de Nairobi, en Kenia.
Imagen de archivo de una mujer en la puerta de una chabola de Nairobi, en Kenia.
Zohra Bensemra / REUTERS
Imagen de archivo de una mujer en la puerta de una chabola de Nairobi, en Kenia.

El Cuerno de África (región situada al este del continente y que incluye principalmente a los países de Somalia, Kenia, Etiopía, Eritrea y Yibuti) sufre en la actualidad la peor crisis alimentaria del mundo.

A la hambruna y la sequía (la peor en 60 años, según la ONU) se unen otros factores, como el aumento de los precios de los alimentos, los conflictos armados y el alto número de refugiados que huyen a causa de las guerras buscando una vida mejor en sus países vecinos. Según Unicef, los niños que viven en estos territorios son los más vulnerables a esta crisis, que afecta a unos 18 millones de personas, de las cuales la mitad necesitan asistencia humanitaria urgente (cerca de 2 millones son niños menores de cinco años).

Toda esta situación extrema se puede evitar, dice Unicef, si los gobiernos locales y donantes "lideran una rápida respuesta humanitaria". Según esta organización, "los recortes de fondos y, en algunas áreas, la denegación del acceso, amenazan con interrumpir estos servicios esenciales" que prestan a la población (campañas de vacunación vitales, asistencia sanitaria, programas para garantizar agua limpia y mejorar el saneamiento).

El programa de Naciones Unidas para la Infancia calcula que para este año se necesitarán un total de 105 millones de euros para evitar que la amenaza que pesa especialmente sobre millones de niños y mujeres se agrave hasta el punto de morir o contraer enfermedades. En el año 2010, las necesidades de financiación según este organismo en esa zona eran aún mayores, de 130 millones de euros.

Los 105 millones de euros que se necesitarían para este año, una cantidad a primera vista astronómica, suponen una cifra menor que muchas otras cuestionables inversiones de gobiernos estatales y locales. El conflicto de Libia le cuesta a EE UU 4 millones de dólares (2,7 millones de euros) al día, según reconoció el secretario de las fuerzas aéreas estadounidenses, Michael Donley, el pasado mes de abril. Tampoco hace falta irse tan lejos. Por ejemplo, la rehabilitación del edificio del palacio de Correos de Madrid, ahora la sede del Ayuntamiento, costó nada menos que 124 millones de euros, según las cifras oficiales.

Crisis alimentaria

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) prevé un aumento del número de personas que sufre hambre en el Cuerno de África por el impacto de la sequía y los altos precios de la comida y el combustible. Según la agencia, los altos niveles de desnutrición crónica están muy extendidos en toda la región y más de 8 millones de personas requieren de ayuda de emergencia en Yibuti, Etiopía, Eritrea y Somalia.

Desde hace años, Unicef viene reclamando a los gobiernos locales y occidentales ayudas económicas para evitar la muerte de decenas de miles de niños (en 2006 se estimaban más de 40.000) en el Cuerno de África. La semana pasada, el coordinador humanitario de la ONU para Somalia, Mark Bowden, señaló el alarmante índice de malnutrición, "el más alto en el Cuerno de África al afectar al 30% de la población infantil de manera aguda", y subrayó que las necesidades humanitarias en el país no cuentan con los recursos financieros necesarios.

Entre los asuntos que han provocado el agravamiento de la situación humanitaria está, además de la inestabilidad política, el desorbitado encarecimiento de los alimentos, cuyo precio ha aumentado un 270% en el país desde el año pasado, según Bowden, que señaló ese hecho como "una de las causas primordiales" de la crisis.

Sequía

La población más afectada por la sequía que sufre la región es el pueblo nómada, cuya única riqueza son sus animales, que venden y usan como alimento. En el último año, la región ha experimentado dos estaciones consecutivas con niveles de lluvias inferiores a los promedios, provocando la caída de la productividad de las cosechas, el agotamiento de los pastos y un aumento significante de la mortalidad del ganado.

Según Unicef, alrededor del 40% de los aproximadamente 19,5 millones de pastores nómadas de estas regiones africanas sobrevive con menos de un dólar al día. Estos escasos ingresos están continuamente amenazados, ya que el ganado del que dependen es vulnerable a los caprichos de la naturaleza. Cuando las sequías debilitan y matan a sus animales, estas gentes, de por sí marginadas, pierden todo lo que poseen.

Refugiados de conflictos armados

Ante una respuesta humanitaria insuficiente, la combinación de sequía y guerra en el Cuerno de África, y concretamente en Somalia, ha provocado el éxodo masivo de miles de personas hacia países vecinos como Kenia.

Allí está el mayor campo de refugiados del mundo, en Dadaab, que actualmente se ve desbordado por más de 350.000 personas. En estos campos de refugiados, según denuncia Médicos Sin Fronteras, "los refugiados, en su mayoría mujeres y niños, se encuentran sin cobijo, agua, comida ni dinero. Tardan una media de 12 días en recibir una primera ración de alimentos".

Y la situación se agrava a medida que pasan los días. Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), en lo que llevamos de año se han registrado 44.000 nuevos refugiados y se calcula que a finales de 2011 serán ya 450.000, algo más que la población de la ciudad de Murcia.

Radiografía de cada país

  • Somalia

El país somalí tiene una extensión de 637,657 km cuadrados y casi 10 millones de habitantes. Es una de las tres regiones, junto a Afganistán y Sudán, que más tiempo llevan en crisis, alrededor de unos 30 años. Según la FAO, los índices de malnutrición se encuentran entre los peores del mundo (uno de cada cuatro niños somalíes sufren malnutrición extrema).

Actualmente, 2,5 millones de personas (uno de cada tres somalíes) necesitan ayuda humanitaria pero debido al conflicto que sufren en el sur del país, unido a las perspectivas de pobreza por las futuras cosechas, muchos más somalíes podrían caer en una grave crisis. Para poder cumplir con las necesidades urgentes en este país, Unicef reclama unos 42 millones de euros.

  • Kenia

En Kenia (un país de 580,367 km cuadrados y 41 millones de habitantes), se calcula que más de 2,4 millones de personas de las áreas de pastoreo del norte y noreste del país no alcanzan a cubrir sus necesidades básicas de alimentación, que se han visto mitigadas por la subida de los precios de los alimentos y los efectos prolongados de la sequía de 2007-2009. De ahí que Unicef estime que las necesidades financieras para esta región en 2011 sean de unos 11 millones de euros.

Según la ONU, los patrones del clima que se pronostican para 2011 podrían suponer un nuevo periodo de sequía, empeorando la situación alimentaria a corto plazo por la carencia de leche en las zonas más secas.

  • Etiopía

En Etiopía (un país de 1 millón de kilómetros cuadrados y 90 millones de habitantes), el fenómeno de La Niña provocó en algunas regiones del sur la muerte de hasta 220.000 reses de ganado, según la información facilitada por Unicef. La cifra que este organismo reclama para cubrir las necesidades básicas gira en torno a unos 39 millones de euros.

A principios del pasado mes de junio, se calculaba que el número de personas que necesitaban ayuda en Etiopía era de unos 11,4 millones. Para este 2011, el Gobierno de Etiopía y diversas ONG y organismos internacionales intentarán responder a las necesidades de más de 6 millones de niños que viven en zonas vulnerables a los desastres naturales y las tensiones políticas: las regiones de Afar, Amhara, Gambella, Oromiya, Somali, las Naciones del Sur, las Nacionalidades y Pueblos y Tigray.

  • Eritrea

Casi 10 millones de euros pide este año Unicef para responder a las necesidades de cerca de 1,5 millones de personas en este país. Eritrea, cuya extensión abarca 117.000 kilómetros cuadrados y cuenta con una población de casi 6 millones de habitantes, "es un país muy cerrado", según comenta Pedro Gómez, experto de la FAO, a 20minutos.es. Precisamente por las restricciones gubernamentales que también denuncia Unicef, es más difícil todavía reducir la pobreza y desnutrición en la zona.

  • Yibuti

En este pequeño país de 23.000 kilómetros cuadrados de extensión y 760.000 habitantes, la situación de crisis se repite: sequía, subida de precios de los alimentos, alto desempleo e incremento de las migraciones de las zonas rurales a las urbanas. También se espera que la escasez de agua en la capital, Yibuti, empeore en los próximos meses mientras aumenta la demanda de agua.

En Yibuti, 120.000 personas (el 15% de la población) ya están experimentando una falta acuciante de alimentos, de atención de la salud, de apoyo a la nutrición y de agua potable y saneamiento. Unicef reclama en 2011 para esta zona una cantidad de 3 millones de euros.

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