La Policía Nacional ha desarticulado una red dedicada a traficar con ciudadanos indios y pakistaníes que explotaban laboralmente a los inmigrantes y que llegaron a servirse de sicarios para asesinar a algunos de los familiares de las personas que trabajaban para ellos. En el marco de la operación han sido detenidas 54 personas, según ha informado la Policía Nacional.

Después de entrar ilegalmente en España las víctimas eran instaladas en 'pisos patera' para explotarlas laboralmente en el sector agrario en las provincias de Valencia y Albacete. Les ofrecían la posibilidad de regularizar su situación mediante la concertación de matrimonios de conveniencia con ciudadanas portuguesas, o bien proporcionándoles documentos de identidad de otros países de la Unión Europea, principalmente de Bulgaria y de Reino Unido, contratos de trabajo o certificados de empadronamiento falsificados.

Para garantizar que los inmigrantes pagaban lo pactado los miembros de la organización llegaban incluso a contratar a sicarios para ejecutar homicidios de familiares en sus países de origen. Durante la investigación han sido detenidas 54 personas involucradas en la red.

La investigación se inició durante el mes de abril de 2010 cuando se tuvo conocimiento de la presencia de un grupo de ciudadanos de nacionalidad india y pakistaní dedicados a traficar con seres humanos, también de origen asiático. La red utilizaba distintas rutas de acceso para trasladar a sus compatriotas desde sus países de origen hasta España, principalmente hasta la zona del levante peninsular, mediante la utilización de documentación falsificada.

La organización obtenía diferentes cantidades de dinero en virtud del servicio que prestaba. Así, por el traslado desde el país de origen a España cobraban 8.000 euros. Por concertar un matrimonio de conveniencia ingresaban 5.000 euros por los trámites más 3.000 euros para las mujeres con las que contraían matrimonio. Además, los gastos de los documentos falsificados que les aportaban, podían alcanzar hasta los 11.000 euros.

A lo largo de las investigaciones, que han durado un año, se han llevado a cabo diversos operativos destinados a controlar las actividades laborales a las que la organización sometía a las víctimas. Mediante la explotación se aseguraban el pago de la deuda contraída, ingresando la red el 50 por ciento de los beneficios que obtenían los explotados con su trabajo. Estas intervenciones se han efectuado conjuntamente con la Inspección de Trabajo de la Seguridad Social.

El primer dispositivo se realizó a mediados del mes de junio de 2010 en el que se detuvo a nueve personas de origen pakistaní en el momento en el que se dirigían a trabajar a las explotaciones agrícolas localizadas en pueblos limítrofes a la ciudad de Valencia. El segundo de los despliegues se produjo en el mes de noviembre del pasado año en la localidad de Favara (Valencia) donde fueron arrestadas 20 personas más cuando se disponían a realizar sus labores agrarias.

Paralelamente, los investigadores interceptaron y detuvieron a varios miembros de la organización que ejercían labores de correos para realizar los "pases" de los documentos falsificados. Finalmente y gracias a las detenciones anteriores, los agentes pudieron identificar a los cabecillas de la organización y proceder a su arresto. En total en este último operativo se ha detenido recientemente a 25 personas en Valencia y Benidorm (Alicante).

Además, a través de diversas gestiones realizadas por los investigadores se consiguieron ubicar en las ciudades de Valencia y Benidorm los distintos domicilios utilizados como "base de operaciones" por la organización. Entre los efectos encontrados en los cinco registros llevados a cabo en estos inmuebles se han intervenido 15 pasaportes pakistaníes, 41 documentos de identificación de extranjeros y 7 documentos búlgaros, todos ellos falsificados, así como diverso material informático.

Utilización de sicarios

Para retener a sus víctimas y conseguir que pagasen la deuda que habían contraído, la red llegó a utilizar la violencia. Así, los agentes descubrieron que un sicario contratado por la red había asesinado en Pakistán a un familiar de una de las víctimas que no había satisfecho la deuda contraída.

En la investigación ha participado el Grupo VI de la UCRIF Central de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, la UCRIF de Valencia, el Grupo de Extranjeros de la Comisaría Local de Benidorm y la UIP de Valencia de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana.