La oleada de expedientes de regulación de empleo (ERE) que azotó en los inicios de la crisis económica a miles de trabajadores de la Comunitat empieza a remitir en su intensidad a la vez que se transforma en su contenido.

Si en 2008 o 2009 las cifras se dispararon en despidos temporales y definitivos, durante el primer cuatrimestre de 2011 se han triplicado los procedimientos de reducción de jornada. Es decir, las empresas optan ahora por quitar horas a sus empleados ante la falta de trabajo y ya no tanto por extinguir los contratos.

De hecho, entre enero y abril de este año ya se han contabilizado 2.051 trabajadores valencianos afectados por este tipo de medidas, frente a los 730 del mismo periodo de 2010, según el Boletín de Estadísticas Laborales del Ministerio de Trabajo e Inmigración.

Aun así, las modalidades más frecuentes siguen siendo la suspensión del empleo durante periodos determinados (7.715 afectados) y la extinción, es decir, el despido definitivo (2.381). No obstante, estas dos últimas variantes han perdido fuelle en el último año en beneficio de la opción de reducir la jornada.

De este modo, el total de trabajadores afectados por un ERE en la Comunitat Valenciana durante los primeros cuatro meses del año se sitúa en 12.147, con un promedio de 101 personas diarias, frente a las 13.553 registradas durante el mismo periodo del año anterior.

A la cabeza en ERE

La valenciana se consolida, además, como la segunda comunidad autónoma con más expedientes de regulación de empleo de España, con 1.077 procedimientos autorizados entre enero y abril de este año, solo por detrás de Cataluña, donde se aprobaron 1.232, según la estadística de Trabajo.

Por delante de País Vasco y Madrid

Resulta significativo que la Comunitat duplique a Madrid, Andalucía o el País Vasco en despidos colectivos, una tendencia que se viene repitiendo en los últimos años,  acentuada especialmente desde 2008, cuando la crisis económica empezó a disparar los registros negativos. La reducida dimensión de las empresas valencianas juega un papel determinante en esta dinámica.