Los grupos parlamentarios han tenido duras palabras para calificar el discurso de Rodríguez Zapatero en el debate del estado de la nación. Desde la "incapacidad" aludida por la popular Soraya Sáenz de Santamaría al "patetismo" sugerido por Rosa Díez, de UpyD.

La portavoz del PP en el Congreso ha dicho tras la intervención del presidente que éste no ha aportado ninguna idea nueva para afrontar la crisis y no ha sabido justificar lo hecho en el último año, por lo que ha añadido: "Solo nos resta esperar un nuevo presidente del Gobierno". Según Sáenz de Santamaría el presidente ha vuelto a mostrar su "incapacidad" tanto para acometer las reformas que necesitan como para hacer un balance "real" de la "España real".

Por el contrario, ha añadido, Zapatero ha dibujado una España "irreal" que "sólo está en su cabeza", y su discurso es una muestra de que estamos ante el "cierre del ciclo político del PSOE en el Gobierno de la nación". Ha lamentado al respecto que tras esta "despedida y cierre" Zapatero no haya anunciado la consecuente "apertura", la convocatoria de elecciones, que "va a tener que seguir esperando".

Por su parte, el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, ha considerado que el discurso de Zapatero ha mirado al pasado y ha sido el de un "resignado" y un "compungido" ante la situación de España.

Duran ha lamentado que Zapatero no haya concretado las reformas económicas que prevé hacer y ha confiado en que ofrezca algunos detalles. Ante la apelación que ha hecho a la colaboración de las Comunidades Autónomas, ha recalcado que Zapatero ha tenido la lealtad autonómica y que ha sido el Gobierno el que no ha sido leal.

Duran se ha referido también a la propuesta de regla de techo de gasto que ha anunciado el jefe del Gobierno y ha recordado que son las Comunidades las que tienen la competencia para ello. Cosa distinta, ha precisado, es que las Comunidades asuman una determinada planificación del gasto a partir de lo que se debata en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

El portavoz del PNV, Josu Erkoreka, ha considerado "un acierto" que Zapatero se haya centrado en su discurso en la identificación de la crisis económica y sus efectos, pero ve demasiado optimismo en sus palabras. Para Erkoreka, Zapatero ha hablado en una clave excesivamente optimista en el diagnóstico de la situación, "porque digan lo que digan las estadísticas" persiste la crisis económica.

Además, las reformas no han cumplido con sus objetivos, ya que la del mercado laboral no favorece la creación de empleo, y la de la estructura financiera, no ha "desembocado en el escenario que todos buscábamos", con un crédito que pueda fluir y llegar a las empresas y las familias.

Al portavoz de IU en el Congreso, Gaspar Llamazares, el discurso le ha sonado a "despedida" y ha lamentado que continúe "erre que erre" en su "pedestal" reafirmando sus políticas, sin tener en cuenta la realidad actual. Llamazares ha opinado que el presidente, al reafirmarse en su "política fracasada", no tiene en cuenta que la realidad y la crisis van por otra parte.

"Zapatero únicamente reafirma y respeta; reafirma su política y respeta a los indignados", ha apuntado. Por otra parte, la diputada de ICV, Nuria Buenaventura, ha calificado de "totalmente decepcionante" la intervención del presidente, por considerar que no ha dado respuesta a lo que le piden miles de ciudadanos en las calles y sus propios votantes, que le han reclamado un cambio de rumbo en sus políticas.

Por su parte, la diputada de UPyD, Rosa Díez, ha calificado de "patético" el discurso del presidente y ha considerado que su intervención ha sido "un acto fallido y frustrante".

Díez ha reprochado a Zapatero sus referencias a las propuestas del 15-M cuando ha dicho que nunca se ha mostrado dispuesto a apoyar algunas de ellas, como la reforma de la ley electoral. También ha lamentado que solo ahora haya planteado la posibilidad de aprobar una regla de techo de gasto para las Comunidades Autónomas.

Para Díez, "Zapatero se despide pero no se va", y ha considerado que, por el bien de España, debería seguir las palabras de Lola Flores en la boda de su hija: "Si me queréis, irse".