Ruta de la arquitectura negra, una unión perfecta con la naturaleza

  • Los 'pueblos negros' que integran este interesante recorrido se sitúan al norte de la provincia de Guadalajara.
  • Su color negruzco se debe a la pizarra con la que están construidos sus edificios.
  • Monumentos y los más diversos paisajes naturales conviven en armonía.
Las construcciones parecen confundirse con el paisaje.
Las construcciones parecen confundirse con el paisaje.
Diputación de Guadalajara
Las construcciones parecen confundirse con el paisaje.

Lugares llenos de encanto, picos que dominan las vistas, cascadas y ríos, envuelven unos pueblos donde la pizarra propia de la zona identifica a numerosas aldeas y pueblos levantados en las laderas de la Sierra de Ocejón, al norte de la provincia de Guadalajara. Aquí el negro de casas, cercas y demás recintos se integra con la diversidad cromática del resto de elementos de la naturaleza, conformando un todo en el que las construcciones parecen confundirse con el paisaje.

El valor alcanzado por el conjunto de localidades que representan la arquitectura negra no sólo a nivel arquitectónico sino también etnográfico y paisajístico ha sido tal, que en la actualidad se encuentra en proceso de ser declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Son pueblos pequeños, austeros, pero conservan una fisionomía singular, de gran importancia en toda Europa.

Construcciones características

A medida que uno va recorriendo los diferentes pueblos que integran esta ruta, Campillejo, El Espinar, Campillo de Ranas, Roblelacasa, Robleluengo, Majaelrayo, Valverde de los Arroyos…, va descubriendo aquellas construcciones populares tan características y distintas a las que hay en el resto de Guadalajara y de España. Su sobriedad se encuentra en perfecta armonía con el entorno natural.

El nombre de tan peculiar arquitectura tradicional se debe precisamente a las lajas pizarrosas de tonos negruzcos, grises, violetas, azulados o plateados. Para la construcción, se extraían primeramente bloques de varios grosores, que posteriormente se iban trabajando con picos, hachas, cuñas…, produciendo resultados de gran originalidad y simplicidad. La madera utilizada en su estructura es de roble, chopo, pino u olmo.

La pizarra negra, extraída en el propio terreno de la zona, ha sido utilizada principalmente en cubiertas y muros. Las edificaciones conforman un conjunto único, donde vivienda y construcciones complementarias constituyen un todo ininterrumpido y compacto, gracias a los materiales utilizados. El hermetismo que desprenden las construcciones responde a esa necesidad imperiosa de adaptarse a las adversas condiciones climatológicas, tanto en invierno como de verano.

Las viviendas originales estaban compuestas de zaguán, una planta baja destinada a la vivienda, un corral y un piso superior, donde estaba el pajar. Hoy en día, aunque se conservan los gruesos muros, algunas habitaciones han desaparecido al caer en desuso.

Para proteger este tipo de construcciones, Campillo de Ranas, Majaelrayo y Valverde de los Arroyos han aprobado sendas normas urbanísticas que obligan a contar con un informe favorable para poder realizarlas.

Turismo rural y senderismo

Su estratégica ubicación hace de la zona un destino para disfrutar tanto de los pequeños pueblos y aldeas como de actividades al aire libre.

Entre los monumentos que bien merecen una visita, se encuentran la Iglesia de Tamajón y la Ermita de los Enebrales, realizadas en piedra caliza y de estilo románico. En Cogolludo, destaca la elegancia del Palacio Ducal, y en Retiendas se conservan las ruinas del Monasterio de Bonaval. En la plaza de Campillo de Ranas, donde la arquitectura negra forma parte del día a día, se conserva uno de sus grandes símbolos, un reloj solar.

Jabalíes, corzos, perdices, conejos, águilas perdiceras… son algunas de las especies que conforman su rica fauna y que se “pierde” entre hayedos, bosques de pinos, enebros, sabinas, robles y acebos.

El Pico Ocejón, al que se puede acceder desde Majaelrayo y Valverde de los Arroyos, es el más emblemático y se puede vislumbrar desde cualquiera de los pueblos de la arquitectura negra. Desde Tamajón se llega al pantano del Vado, bajo cuyas aguas se encuentra el municipio de El Vado.

Con el río Jaramilla como telón de fondo, en Robleluengo los robles conforman un hermoso valle. Mientras, en Majaelrayo el protagonista es el agua, gracias al arroyo y la cascada de la Matilla. Pero para cascada, la que se encuentra al final del recorrido por las Chorreras de Despeñalagua, en Valverde de los Arroyos, con un desnivel de 80 metros.

Otra de las maneras de ir descubriendo estos pueblos es a través de sus fiestas y tradiciones, que sus habitantes se esfuerzan por mantener.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento