El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció este martes por la mañana, en el debate sobre el estado de la nación, que el Gobierno aprobará en los próximos meses "medidas de protección para quienes no pueden pagar sus hipotecas", parte de las cuales detalló en una de sus intervenciones de la tarde. En concreto, Zapatero anunció que se eleva a 961 euros la cantidad no embargable para deudas hipotecarias.

Asimismo, explicó que en el próximo Consejo de Política Fiscal propondrá una regla de techo de gasto a las comunidades autónomas similar a la que va a aprobar para el Estado y que planteará formas de aliviar la morosidad de las corporaciones locales.

Estas medidas han sido las novedades que ha introducido en su discurso inicial del debate en el Congreso, centrado en la crisis, la recuperación económica y el balance del último año de Gobierno. El presidente ha comenzado, de hecho, su intervención diciendo que, en este momento, "el estado de la nación sigue siendo el estado de la lucha contra la crisis" y ha terminado asegurando que el Gobierno está haciendo "lo que depende de nosotros, aunque la tarea no arroje los resultados que deseamos".

Zapatero ha apelado al "esfuerzo colectivo" y a la "colaboración institucional" para superar la crisis y ha advertido de que "las urgencias políticas" no deberían llevar a nadie a desdeñar esa cooperación, porque será necesaria también después de las próximas elecciones generales, "gobierne quien gobierne". "Todos deberemos rendir cuentas de nuestra actitud", ha advertido dirigiéndose de forma implícita a Mariano Rajoy, añadiendo que no cree que España vaya a tener una "generación perdida", tal y como dijo el FMI.

Nada más empezar, Rodríguez Zapatero ha expresado su "profundo pesar" por los atentados que las Fuerzas Armadas españolas han sufrido en los últimos días en Afganistán, "el más expresivo ejemplo de la necesidad de la actuación de la comunidad internacional". A continuación, ha desgranado los puntos más importantes de su intervención.

Zapatero ha hablado de "cinco trimestres consecutivos de crecimiento", aunque ha reconocido que "la recuperación es demasiado lenta". de esta forma, ha comparado la "capacidad exportadora" de nuestro país y su creciente presencia en el G-20 con la "caída de la inversión en construcción", así como la "caída de la demanda interna". El paro, asimismo, sigue siendo la "preocupación" principal del Gobierno -las cifras de empleo que afectan sobre todo a los jóvenes son "inasumibles", ha dicho-.

El líder del Ejecutivo ha repasado su gestión de los últimos doce meses, marcados inevitablemente por la crisis económica. Sus tres objetivos fundamentales -"el triple eje" de su política- han sido los de intentar reducir el déficit mediante un riguroso programa de consolidación fiscal, completar las reformas económicas y preservar la cohesión social, según se desprende del discurso.

Las reformas, por tanto, están siendo y serán la hoja de ruta del Gobierno para lo que queda de la legislatura, centrándose en el sector financiero, el marco laboral y la mejora de la competitividad. Pero, ha señalado Zapatero, aunque el Gobierno apuesta por ellas, no lo hará "a costa de romper equilibrios sociales básicos de nuestro mercado de trabajo o de quebrar nuestro modelo social. A costa de eso, no".

Sin hacer grandes anuncios ni adelantar medidas estrella, el presidente sí ha dicho hacia la mitad de su intervención que el Gobierno llevará al Consejo de política fiscal del mes de julio la aprobación de una regla de gasto a las comunidades autónomas, a las que ha pedido un compromiso y una "colaboración leal" para superar la incertidumbre y el elevado déficit autonómico.

"El cumplimiento del objetivo -"garantizar la sostenibilidad fiscal en el medio plazo"- requiere la aplicación estricta de la senda trazada para todas las administraciones públicas", ha señalado, reconociendo también el esfuerzo de los empleados públicos que han visto reducido su salario en un 5%. Zapatero ha destacado que, a pesar de que algunos no creían que iba a ser posible, el Gobierno ha logrado reducir el déficit al 9,2% del PIB.

El presidente del Gobierno ha indicado su intención de trabajar conjuntamente para incrementar la calidad de la información presupuestaria, ámbito en el que se ha avanzado con la publicación de "información homogénea" de todas y cada una de las autonomías, con periocidad trimestral.

Zapatero, que se ha referido, de hecho, a la consolidación fiscal como el "segundo eje" de la política económica del Gobierno frente a la crisis, ha reconocido que es uno de los factores que más contribuye a frenar la recuperación, junto a la incertidumbre de los mercados europeos, "incesante hasta ahora", y la "todavía difícil" digestión de los desequilibrios del modelo productivo de la economía.

En este sentido, ha recordado que el proceso de consolidación es "el más intenso" acometido nunca, después de que hubiera que intensificar la senda de reducción inicialmente prevista tras la crisis de la deuda soberana griega.

Así, ha asegurado que el cumplimiento de la senda de consolidación que permita cumplir en 2013 con los objetivos del pacto de Estabilidad y Crecimiento (reducir el déficit al 3%) es "imprescindible" para ganar confianza y dotar de estabilidad al conjunto de la zona euro.

Zapatero ha anunciado, además, que en las próximas semanas el Gobierno aprobará nuevas medidas de protección de las personas sujetas, por imposibilidad de cumplir sus compromisos, a procedimientos de ejecución hipotecaria. Zapatero comentó que estas medidas "serán compatibles con los imperativos de seguridad jurídica y de solvencia de las entidades prestatarias". Por la tarde, comentó que se elevaría a 961 euros la cantidad no embargable para deudas hipotecarias.

Otras iniciativas novedosas apuntadas por el jefe del Ejecutivo han sido una regulación del silencio administrativo para convertirlo en positivo; normas para incrementar la seguridad jurídica en el tráfico inmobiliario, así como medidas a favor de los emprendedores y para aliviar la morosidad que padecen, especialmente, pymes y autónomos ante las entidades locales.

Estas "nuevas iniciativas" se refieren a compromisos ya asumidos, ha recordado Zapatero, y se añaden a la aprobación definitiva en las cámaras de proyectos de ley, entre los que se incluyen la reforma de las pensiones y la inclusión de los empleados del servicio doméstico en el régimen general de la Seguridad Social.

También deben desarrollarse algunas ya aprobadas, como las políticas activas de empleo, la formación profesional, la implantación efectiva de la prestación por cese de actividad de los autónomos, la reforma de AENA o el nuevo régimen del juego.

Zapatero se ha referido asimismo a Grecia y a los rescates de Irlanda y Portugal: "Cada uno de estos procesos alimenta la incertidumbre en la zona euro y presiona al alza los diferenciales de deuda de algunos países, como el nuestro, Italia o Bélgica, encareciendo la financiación externa". España, ha dicho, "crece menos que las grandes economías europeas y menos de lo que necesitamos para reducir ya el paro", pero su previsión es positiva.

De hecho, el presidente asegura que se producirá una aceleración del crecimiento económico español a partir de la segunda mitad de 2011, hasta situar el incremento interanual del PIB del cuarto trimestre unas décimas por encima del 1,5 %. Además, ha anunciado que hasta mayo los ingresos del Estado ascendieron a 75.362 millones de euros, el 5,9 % más que hace un año y 1,6 puntos por encima de lo acumulado hasta abril.

Por otro lado, el presidente ha expresado su "respeto" por las propuestas de los movimientos de protesta ciudadana como el del 15-M -de "interés indudable"-, aunque ha admitido que no comparte buena parte de ellas. También ha señalado que estas manifestaciones en la calle "forman parte de la fisiología y no de la patología de nuestro modelo de convivencia" y "reivindican, en el fondo, el valor de la política", idea por la que ha recibido el aplauso de la bancada socialista.

Antes, ha dicho que la inquietud y el malestar generado por la crisis ha provocado que desde algunos sectores sociales se dirija una mirada "exigente" al sistema político, un sentimiento que, en su opinión, "también forma parte del estado de la nación". Ha admitido que la democracia es "perfectible" y se está tratando de mejorar día a día con reformas normativas "y de hábitos y conductas democráticas", una responsabilidad que es "mayor en estos tiempos de incertidumbre y dificultad".

Zapatero también ha hablado de Educación y el fracaso y el abandono escolar, que se ha situado en los niveles mínimos de los últimos diez años, según los datos que ha facilitado. Así, ha destacado que durante el presente año se han incrementado las partidas para combatir el abandono escolar y que la dotación económica para este fin (145 millones de euros) ha supuesto un incremento del 13% respecto a la del pasado año.

También ha resaltado el esfuerzo del Gobierno por reforzar las políticas educativas relacionadas con la igualdad de oportunidades, y ha apuntado en ese sentido que durante el presente curso se han dedicado 1.530 millones a becas, lo que supone un incremento del 9 %respecto a las cifras del pasado año; cerca de 1,7 millones de estudiantes reciben becas o ayudas.

Ha subrayado además las reformas que se han introducido en la Formación Profesional y ha destacado que desde 2004 el Gobierno ha quintuplicado los recursos que destina a FP, hasta superar en la actualidad los 180 millones de euros. El presidente ha señalado que gracias a esas medidas y a esas inversiones, las matrículas en Formación Profesional están en "máximos históricos", con cerca de 570.000 alumnos.

También ha tenido el jefe del Gobierno palabras, sin nombrarla, para la coalición Bildu y su presencia en los consistorios tras las elecciones del pasado 22 de mayo. Zapatero ha asegurado que el Ejecutivo velará "por el cumplimiento estricto de la ley en todos los ayuntamientos", por el respeto a todos los derechos fundamentales de los ciudadanos y de sus representantes en las instituciones democráticas.

Zapatero también ha mostrado su "respeto, afecto y reconocimiento a las víctimas del terrorismo" y ha pedido a las fuerzas del arco parlamentario su respaldo para la aprobación de la ley de víctimas, que se tramita en las Cortes. Zapatero ha dejado claro que el Gobierno continuará su estrategia de lucha contra el terrorismo y ha recordado los tres pilares sobre los que se sustenta esa batalla, entre ellos la eficaz actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y la fluida y consolidada colaboración internacional.

Ha hecho hincapié además en las reformas legales acometidas este año que "persigue evitar cualquier posibilidad de burlar la exclusión de la vida institucional de aquellas organizaciones que no rechacen la violencia". Lo ha hecho de acuerdo siempre con la Constitución y las leyes, así como con las respectivas decisiones de los tribunales en aplicación de ambas, ha añadido.

Un largo aplauso ha despedido al presidente del Gobierno, que ha dado su último discurso como jefe del Ejecutivo en un debate del estado de la nación. Zapatero ha expresado al final su agradecimiento" a todos los grupos políticos y su "gratitud" a los que han colaborado con el Gobierno. Además, ha mostrado su "respeto" a España.