Los cines de EE UU quieren tráilers sin 'spoilers'

Avances más breves y que no destripen los argumentos de las películas: eso exige a los estudios la asociación estadounidense de exhibidores. ¿Cuál es la situación en España? Por YAGO GARCÍA
Los cines de EE UU quieren tráilers sin 'spoilers'
Los cines de EE UU quieren tráilers sin 'spoilers'
Los cines de EE UU quieren tráilers sin 'spoilers'

Dicen que las superproducciones de hoy en día se parecen cada vez más a atracciones de feria, o que al menos el márketing las presenta así. Menos basados que nunca en el desarrollo, y más en escenas muy concretas y muy espectaculares, los blockbusters del siglo XXI se promocionan a base de presentar sus momentos más llamativos en tráilers que uno se encuentra hasta en la sopa. Y que, para colmo, suelen dejar caer mucha (o demasiada) información sobre el argumento del filme. Una situación esta que, en Estados Unidos, parece haber llegado al límite: la National Association of Theatre Owners (NATO), patronal que agrupa a las grandes cadenas de cines del país, ha pedido a los estudios que se acorte la duración de los avances, y que estos sean revisados para llegar a las salas libres de spoilers.

La lista de peticiones de NATO se ha elaborado, afirma la entidad, a raíz de protestas de los espectadores recogidas por las salas. Y, para empezar, solicita que la duración máxima de dos minutos y medio que la Motion Picture Association of America (MPAA) recomienda para los tráilers de cine se acorte a dos minutos justos. La MPAA, por otra parte, admite que los estudios se salten esta norma a razón de un tráiler extendido al año. La segunda demanda de NATO, que seguramente los espectadores encontrarán más simpática, es la referida a los spoilers. Algo que evitaría casos tan notorios como el de Cartas a Julieta: el avance de esta comedia romántica con Amanda Seyfried llamó la atención en su momento por ser más una sinopsis que el anuncio promocional de un filme que, la verdad, tampoco valía mucho la pena. O, por citar un ejemplo bastante sangrante, esos avances de The Amazing Spider-Man con los que podía recomponerse un 20%, más o menos, de la película que llegó a los cines.

Ahora bien: ¿es posible que los exhibidores españoles formulen demandas similares? Desde la FECE (Federación de cines de España) nos indican que "no les consta" haber recibido quejas sobre el contenido o la duración de los tráilers, ni por parte de los exhibidores ni del público. "La queja de NATO puede venir dada por la ratio de publicidad por pantalla, es decir, por la cantidad de tráilers que se exhiben en una sesión de cine, que en EE UU es más alta que aquí", explican desde la entidad. Desde FECE nos recuerdan también que una sala de cine española no cobra por incluir avances antes de la proyección de una película: "Se consideran un elemento de promoción, igual que los afiches o los pósters que se ponen en el vestíbulo: como su función es atraer a gente a las salas, suponen un beneficio para toda la cadena industrial, desde los cines a las productoras".

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