Xosé Manuel Beiras, ex portavoz nacional del BNG y catedrático de Estructura Económica, aseguró que "hay una crisis del sistema" y defendió el movimiento de los 'indignados' como un reflejo del deterioro actual del sistema y destacó que en el surgimiento de la democracia, la plaza pública —el ágora— era el "espacio clave" de debate.

Beiras ofreció una conferencia ofrecida en la Galería Sargadelos de Ferrol sobre 'Las entidades financieras ante la crisis', organizada por la Asociación Amigos de la Universidad del Campus de Ferrol, y comenzó destacando que los ciudadanos "son más conscientes" de la situación actual.

Así, alertó de que no se está solo ante una crisis social, del ecosistema o de la economía, sino de los regímenes formalmente democráticos que fueron inventados por Europa en el siglo XVIII y que se exportaron al resto del mundo, como el único modelo considerado hoy democrático.

En este sentido, aplaudió que estemos ante la ciudadanía "más consciente, más activa y con más capacidad de pensar y de desintoxicarse", y que en las movilizaciones del pasado domingo contra el Pacto del Euro, el 80% de los participantes fueran gente muy joven, a diferencia de las habituales manifestaciones.

Para Beiras, están llegando a Europa los movimientos antisistemas surgidos en la década de los años 90, y los "ocupas" no son los que están en las plazas públicas, sino los que "están en los Parlamentos y en las sedes de los gobiernos", porque, como ejemplo, la "plaza del Obradoiro siempre ha sido de los ciudadanos".

En su conferencia, Beiras calificó a Galicia como una "neo colonia", en un "símil" de la situación que se registró en colonias africanas, que una vez que habían obtenido su soberanía y desarrollado sus organismos políticos propios, sufrieron de nuevo "la explotación y la expoliación" por parte de las metrópolis.

En esta línea, puso en entredicho que en Galicia se hubiesen utilizado sus recursos políticos propios en los últimos 30 años. "De qué nos valen las autonomías", se preguntó, si pese a tener competencias en agricultura, pesca, o industria, no se utilizaron y se funcionó "al revés" de otras comunidades como el País Vasco o Cataluña, en las que sus gobiernos "pensaron en términos propios de país", ya fuesen de derechas, centro o izquierdas.