Unos 30 barrios celebran festejos tan ruidosos como los de Chueca

Alberto Ruiz-Gallardón se encara con los manifestantes concentrados frente a su domilicio.
Alberto Ruiz-Gallardón se encara con los manifestantes concentrados frente a su domilicio.
Paco Díaz Aguilar
Alberto Ruiz-Gallardón se encara con los manifestantes concentrados frente a su domilicio.

Escenarios con discjockeys u orquestas tocando hasta después de la medianoche, barras donde se vende alcohol en las puertas de los bares, aglomeraciones de personas montando alboroto hasta altas horas de la madrugada... Podría parecer una escena grabada en las calles de Chueca durante el Orgullo. Pero también en las plazas de La Latina durante la Paloma, en Arganzuela con La Melonera, en Tetuán durante las fiestas de la Victoria o en Vallecas por el Carmen.

La temporada de fiestas patronales ya ha arrancado. Hasta finales de verano se programarán unos 30 festejos en los barrios de la capital. La polémica del ruido solo ha salpicado a Chueca, pero en todos los distritos se planean actos subidos de decibelios. De hecho, muchos de esos barrios ya han solicitado al Ayuntamiento autorización para sobrepasar los niveles permitidos por la ordenanza del ruido (deben hacerlo con un mes de antelación).

Según fuentes de Medio Ambiente, "se estudiarán las solicitudes conforme lleguen y si no cumplen la normativa se desestimarán". De momento, ya hay algunas autorizadas. Como las de Tetuán, en la primera semana de julio. Y no son precisamente silenciosas: "Se hacen conciertos y verbenas en la plaza de la Remonta. Claro que son ruidosas e, incluso, hay vecinos que se quejan. Pero ¿qué sería de Madrid sin las verbenas de barrio?", explica Fernando García, presidente de la asociación de vecinos de Cuatro Caminos.

La principal diferencia entre las fiestas de Chueca y las del resto de barrios está en que las primeras son rechazadas por su asociación de vecinos, mientras que las otras son incluso organizadas por plataformas vecinales. Aunque eso no implica que todos los residentes estén de acuerdo: "Las asociaciones forman parte activa de la organización, así que no es probable que en otros barrios se prohíba la música como en Chueca. Pero es cierto que hay ciudadanos que, de forma particular, se quejan a la Policía o a las juntas municipales", apuntan fuentes de la Federación de Vecinos (Fravm).

En cualquier caso, las fiestas de distrito no son tan multitudinarias como las del Orgullo, en las que suelen participar un millón de personas, incluso del extranjero. También intentan molestar lo menos posible montando los escenarios en parques, descampados o calles anchas. Sin embargo, siempre hay excepciones, como la Paloma, que se celebra en las callejuelas de La Latina.

El alcalde ofrece la plaza de los Luna

Gallardón sigue negándose a autorizar la música en la plaza de Chueca, debido a la cercanía de residencias de mayores. Sin embargo, ayer ofreció la alternativa de trasladar los espectáculos a la plaza de Soledad Torres Acosta (o de los Luna). Aunque los organizadores del Orgullo no quieren renunciar a Chueca. El martes se reunirán para hablarlo en el Palacio de Cibeles.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento