El subdelegado del Gobierno en Granada, Antonio Cruz, ha opinado que la acampada indefinida en la plaza del Carmen por parte del colectivo 'indignados' "no tiene sentido" pero no intervendrá porque, según ha dicho, el desalojo de esta personas es competencia municipal. De modo que se limitará a prestar auxilio a la Policía Local si el Ayuntamiento opta finalmente por disolver la concentración.

A preguntas de los periodistas sobre este asunto, Cruz ha garantizado que no ha recibido instrucciones para proceder a un desalojo similar al realizado por los Mossos d'Esquadra en la Plaza de Cataluña de Barcelona, entre otras cosas, porque "se trata de una ocupación de la vía pública" que no se acoge a "ninguna ley de derecho de reunión" y en la que de momento no se han producido desórdenes públicos.

Así, ha negado que él o su departamento estén haciendo una "dejación de funciones", como le ha reprochado el alcalde en funciones en el Ayuntamiento de Granada, el popular José Torres Hurtado.

"No quisiera que una actuación de este tipo pusiera en conflicto a dos instituciones que en estos temas han sabido hasta ahora colaborar lealmente", ha advertido Cruz, que ha justificado esta decisión en el "precedente" vivido hace unos años con la acampada, también en la plaza del Carmen, de un grupo de vecinos de la zona Norte.

"Desde el Ayuntamiento se hizo lo posible para que se interviniera desde esta casa, el alcalde —de Granada— era el subdelegado del Gobierno y no se actuó", ha precisado Cruz.

Así las cosas, ha tendido la mano al Ayuntamiento y le ha garantizado que le prestará auxilio policial "como corresponde" en caso de que proceda al desalojo con sus efectivos.

Preguntado por la intención de los comerciantes de acudir a la Justicia para que obligue a la administración competente a intervenir, el subdelegado ha dicho que entiende "perfectamente a los comerciantes", sector que ya le ha remitido alguna comunicación mostrando su preocupación por este asunto ante el descenso de ventas.

En esa comunicación, los empresarios "expresan que en un primer momento acogieron con simpatía la concentración" e incluso pusieron a disposición de los 'indignados' bebida, sus aseos o comida, "equivocación" que "han reconocido" ahora, ha relatado el subdelegado.

"Yo comparto esa idea, que esto debe acabar a la mayor brevedad posible, lo entiendo desde el primer día —que empezó la protesta— que no tiene sentido que actúen de esta manera, pero vivimos en un país democrático y mi opinión vale lo mismo que la de otra persona", ha concluido.