Penélope Cruz se convierte en profeta (y pirata) en su tierra

  • La actriz alcobendense habló de su maternidad, de las acampadas de 'indignados' y de cine durante un rueda de prensa en Madrid.
  • La película 'Piratas del Caribe: en mareas misteriosas', que protagoniza junto a Johnny Depp, llega este viernes a las salas españolas.
La actriz Penélope Cruz, durante la presentación de 'Piratas del Caribe: En mareas misteriosas' en Madrid.
La actriz Penélope Cruz, durante la presentación de 'Piratas del Caribe: En mareas misteriosas' en Madrid.
Emilio Naranjo / Efe
La actriz Penélope Cruz, durante la presentación de 'Piratas del Caribe: En mareas misteriosas' en Madrid.

"En EE UU machacan al que fracasa. Aquí, al que triunfa". Lo dijo Antonio Banderas, lo repitió Javier Bardem y lo ha sufrido Penélope Cruz; ha ganado un Oscar, trabajado con Woody Allen y conquistado a medio mundo, pero en España suele ser criticada. Pues bien, Cruz volvió este miércoles a Madrid y lo hizo encabezando una superproducción como Piratas del Caribe: en mareas misteriosas, que se estrena el viernes. Por cierto: estuvo simpática y muy guapa.

Flanqueada por el productor Jerry Bruckheimer (un peso pesado de Hollywood gracias a Top Gun, Superdetective en Hollywood o la propia saga del pirata Sparrow) y el director Rob Marshall (autor de Chicago y Nine) Cruz no tuvo inconveniente en hablar de más cosas que de cine. La actriz, por ejemplo, reflexionó sobre su maternidad. ¿La ha convertido en mejor actriz?, preguntó el periodista. "En mejor persona, seguro", respondió ella. "Y como actriz... Una experiencia tan maravillosa amplía tus experiencias: puede que eso también te haga una actriz más completa".

Espadachina en estado

De momento, Cruz puede presumir de ser la nueva protagonista de una franquicia cuyas tres primeras partes han sumado unos dos mil millones de euros en todo el mundo. En esta cuarta entrega, rodada en 3D, Cruz encarna a Angélica, hija del pirata Barbanegra y enemiga íntima de Jack Sparrow. Una aventura que la ocupó "durante seis meses, me hizo viajar por todo el mundo y que constituyó una de las experiencias más bonitas de mi carrera. Venía de rodar muchos dramas y, cuando me lo propuso el director tras hacer Nine, le dije que sí en el acto".

Además de disparar su caché y hacerla todavía más popular, la película permitió a Cruz "aprender a manejar una espada. Eso fue lo más difícil: no lo había hecho nunca y tuve que ensayar dos meses". ¿Dificultó más el rodaje su avanzado embarazo? Para la actriz, no: "El apoyo absoluto y constante del equipo lo facilitó todo. Y, cuando las cosas se ponían peligrosas, contamos con una doble maravillosa: mi hermana Mónica".

El previsible éxito de la película hará todavía más sólido su estatus estadounidense. Volviendo la vista atrás, Cruz recordó cómo, en sus primeras películas en inglés, "no entendía nada en el rodaje, me limitaba a decir a todo que sí. Pero desde entonces me he machacado, y aunque tengo muchísimo acento ya puedo mantener una conversación fluida. No ha sido fácil: hasta los 19 años no empecé a estudiar inglés, porque en el colegio sólo daba francés".

Orgullosa de su origen, reconoce que se pasó medio rodaje "picando a mis compañeros futboleros, vestida todo el día de Iniesta". También pudo practicar un acento andaluz que, en su opinión, hacía más creíble la infancia sevillana de su personaje. Pero nada comparable a volver a rodar con Johnny Depp: "Le conocí hace 11 años en Blow y desde entonces somos amigos. Tiene un corazón enorme y un humor absurdo que comparto. Como actor, es bueno y muy carismático, pero también valiente, porque no es fácil enfrentarse cuatro veces al papel de Sparrow y convertirlo en un ícono del cine actual".

Con el corazón "roto"

Penélope Cruz (que volverá a rodar con Woody Allen, ahora en Roma, en italiano y con Roberto Benigni como compañero) se atrevió, incluso, a hablar de política. Preguntada sobre las movilizaciones callejeras de estos días, la actriz no se mordió la lengua: "Me rompe el corazón", afirmó, "ver a tantos chavales jóvenes y muy preparados que buscan trabajo y no encuentran una salida. España vive una situación durísima, está claro, y sólo espero que las cosas mejoren lo antes posible".

De momento, y como vía de escape ante políticos, banqueros y demás piratas de carne y hueso, Cruz propuso olvidar penas viéndola brincar y dar espadazos junto al melenudo Sparrow. "El cine", justificó, "ha sido para todos, en algún momento de nuestras vidas, una vía para liberarnos de problemas".

Una sirena con acento español

Además de con Bruckheimer y Marshall, Penélope Cruz compartió presencia con los jóvenes actores Sam Claflin y Astrid Berges-Frisbey. El primero es un inglés de 1986; la segunda, una barcelonesa del mismo año a la que vimos en Bruc y que, ahora, encarna al personaje de la sirena en Piratas del Caribe.

"Estar aquí", explicó Berges, "ha sido un proceso increíble, irreal. Desde el primer casting hasta presentar ahora película".

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