Conseguir comida y cocinarla, acumular esterillas para dormir más cómodamente, mantener limpio el espacio e imprimir carteles son algunas de las tareas que se ha repartido la cincuentena de acampados que este miércoles han pasado la segunda noche al raso en la Plaza Catalunya de Barcelona.

Empresas y entidades anónimas se han volcado en ayudar a los acampados suministrándoles comida y libros e, incluso, lavabos. Una de las acampadas, Anna M., ha explicado que están recibiendo el apoyo de algunas empresas con donativos desinteresados, como por ejemplo un centenar de unidades del libro Delito del silencio de Federico Mayor Zaragoza; comida enviada por parte de supermercados, y la instalación de lavabos para que los acampados puedan ir al servicio.

Sobre las 12 horas estaban celebrando la comisión de comida, que se encarga de organizar y preparar el almuerzo, mientras que para las 20 horas están previstas otras comisiones de debate "libre", y a las 22.30 se celebrará la asamblea para ir concretando un manifiesto (que podría unirse al que salga de la acampada en la plaza del Sol de Madrid) y el alcance de la acampada a otras ciudades catalanas: "Todavía somos embrionarios".

"Los políticos están 'cagados'", ha dicho Anna M., quien ha pedido que no se encasille a la diversidad de colectivos acampados en la plaza, ya que hay gente de todas las edades y, precisamente, la mayoría de estudiantes ahora están de exámenes, aunque parte de ellos tienen previsto desplazarse a la plaza Catalunya para convertir una parte en una aula de estudio.

"Somos el pueblo", ha reivindicado Anna M., quien ha resumido la unificación del movimiento en pancartas como 'Si luchas puedes perder, si no luchas estás perdido', y 'Esta plaza ha sido reclamada por el pueblo'. Tras destacar que la acampada es número uno mundial en Twitter (en el 'ranking' diario de hashtags), Anna M. ha explicado que ellos mismos han creado latele.cat, que corresponde al canal 37 de la TDT, y desde donde puede verse en directo las actividades de los acampados y otros programas de análisis de la crisis económica y de la situación política.

Bastante desorganizados

"La plaza es nuestra, ahora hay que resistir", ha dicho a Roger, uno de los acampados, que forma parte de la comisión de prensa y tiene como misión difundir el mensaje de los participantes, que protestan por la crisis y por la forma en que los políticos y la banca abordan los problemas económicos que afectan a España. Tarea nada fácil, según dice, porque "la cosa está todavía bastante desorganizada" y el mensaje "no es unívoco", sino que "aquí hay de todo: anarquistas, comunistas, cooperativistas, estudiantes, gente que va por libre..."

Efectivamente, la cosa está todavía bastante desorganizada, ya que cuando Roger intenta recuperar la lista de periodistas para pasarles un comunicado no la encuentra porque, según parece, la tenía Miquel, que se ha ido a la facultad. "Por la mañana hay menos gente porque unos se van a dormir, otros se van a la universidad y otros a trabajar, por eso hacemos la asamblea por la noche", ha explicado Roger.

Actividades diarias

En el centro de la plaza, los acampados han instalado dos carpas, bajo las que hay una mesa y unas sillas, donde cuatro jóvenes intentan organizar actividades. Tras discutir un rato, uno de ellos se dirige hacia el tablón de anuncios que han instalado y escribe: "Actividades de hoy: Asamblea, 22.00 horas; Dinámicas de grupo (teatrales y corporales), 21.15; Charla-debate: La democracia inclusiva, 18.00".

En el mismo bastidor está colgado el manifiesto titulado Aquí como en Egipto: Resistiremos hasta la victoria y el acta de la asamblea de anoche, con los componentes de las comisiones de prensa, información, comunicados, comida, acción, limpieza, infraestructuras y temas legales. "Lo cierto es que las comisiones todavía no han hecho nada -reconoce Roger- y la comida que tenemos aquí la ha traído la gente. Una señora muy simpática nos ha traído garrafas de agua y crema de sol".

La comisión de limpieza ya ha traído unas escobas. Su labor es importante, porque la Guardia Urbana les dijo anoche que si no mantenían el espacio limpio los desalojarían para que el servicio de limpieza pudiera regar la plaza. La primera noche también se acercaron agentes de la Guardia Urbana, que les prohibieron que plantaran tiendas, por eso la mayoría han dormido al raso y esta mañana sólo había una tienda montada.

Móviles y ordenadores

"Mientras estemos en campaña electoral no nos van a desalojar", comenta uno de los jóvenes, que acaba de salir de la tienda de campaña y se ha sentado en un banco de la plaza situado a la sombra para leer la prensa gratuita. "No estoy tan seguro", comenta su compañero. Estos dos jóvenes forman parte de la comisión de infraestructuras, cuyo principal cometido esta mañana es traer algún tipo de sistema eléctrico que permita cargar los teléfonos móviles y ordenadores.

Los ordenadores son esenciales, ya que la mayor parte de la información sobre la acampada está en Internet. Por ejemplo, la comisión de "acción" ha convocado una cacerolada para esta tarde y todavía no está colgado en el tablón de anuncios. "Aquí todo el mundo es muy joven y está muy conectado, pero yo soy más mayor y prefiero venir aquí y que me informe la gente", comenta Carmen, una mujer de unos 40 años, que ha venido con su hijo. Los turistas y los mirones también se acercan con curiosidad, por eso Clara acaba de colgar un cartel que dice No nos mires, únete.

Apoyo universitario

Unos 400 estudiantes universitarios se han manifestado este mediodía en Barcelona contra los recortes en la enseñanza pública. Tras cortar el tráfico en la Gran Vía, se han dirigido hacia la plaza Catalunya, donde han sido recibidos con aplausos por los ciudadanos acampados allí.