Un mosso asegura que el yerno de los Tous llevaba puesto un chaleco antibalas

Lluís Corominas, en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Barcelona.
Lluís Corominas, en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Barcelona.
Andreu Dalmau / EFE
Lluís Corominas, en el banquillo de los acusados de la Audiencia de Barcelona.

Uno de los Mossos d'Esquadra que llegó primero a la residencia de la familia de joyeros Tous el día del asalto mortal ha explicado ante la juez que el yerno, Lluís Corominas, llevaba un chaleco antibalas. Corominas se sienta en el banquillo de los acusados por haber matado a un ladrón.

En su declaración como testigo este lunes en la Audiencia, el agente ha explicado que él y su compañera fueron los primeros en llegar a la vivienda familiar y que Corominas se presentó como el jefe de seguridad de los Tous, como él mismo declaró la semana pasada aunque después se cuestionó. Aunque el mosso no ha podido reconocer el chaleco en las imágenes que le ha enseñado la fiscal, ha subrayado que el día de los hechos, en diciembre de 2006, "le tenía muy cerca y pude ver el chaleco con claridad".

Al llegar al lugar, el agente ha explicado que le pidió al conductor del vehículo sospechoso —al que Corominas había disparado— que levantara las manos y éste, todavía en vida, intentó abrir la puerta del coche, por lo que el mosso le insistió en que mostrara su mano derecha para ver si iba armado, mientras que su compañera se quedaba con el copiloto.

Pidió a Corominas que fuera al coche patrulla a buscar una linterna para enfocar la mano del conductor y ver si estaba armado. El mosso ha explicado que no vio que el conductor estuviera herido, ya que Corominas solo les dijo que había disparado, y no fue hasta después de pedirle que levantara las manos que vieron que sangraba por la cabeza y que balbuceaba.

Sobre la presencia de Corominas, el mosso ha asegurado que, en principio, el yerno de los Tous no representaba ningún peligro: "El peligro eran los otros", ha matizado. También ha explicado que Corominas les dijo que los asaltantes eran los mismos que tres días antes habían estado merodeando por el lugar.

En el registro del coche de los asaltantes, se encontraron herramientas para el robo (mazas, palancas, sierras radiales, hachas) pero, según el agente, no había armas blancas ni de fuego, como pistolas, cuchillos y navajas, un extremo que también han corroborado sus compañeros.

El segundo mosso que ha testificado este lunes ha corroborado la versión de su compañero sobre el chaleco antibalas (ha matizado que luego se puso un abrigo encima) y ha explicado que cuando les dieron el aviso de que había instrusos en casa de los Tous, fueron a la gasolinera e inspeccionaron una casa cercana porque el año pasado ya había pasado algo y recordaban que se trataba de una residencia de la familia Tous.

En ese momento pasó con el coche otro de los yernos, cuñado de Corominas, (que no se identificó como tal) que les preguntó qué pasaba y les informó de que esa era la casa de una de las hijas de los Tous, pero que había otra, y les acompañó. Una vez allí le pidieron que volviera a la gasolinera para indicar a las patrullas el modo de llegar hasta la propiedad.

Pensó que Corominas eras policía

El otro asaltante, el copiloto, se resistió en el momento de la detención y, según los agentes, se llevó la mano al bolsillo, aunque solo llevaba un móvil, una emisora con auricular, una linterna y unos guantes.

Un tercer mosso ha explicado que cuando llevaron al copiloto primero al hospital (le habían roto la nariz al forcejear con él) y luego a comisaría, éste les dijo en un castellano muy básico: "Policía, ¿por qué disparar?. Nosotros robar, no matar", en referencia a los disparos que había recibido su compañero, ya que pensaba que Corominas era policía.

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