Allí una hipotética oposición de ERC (que forma grupo con PSC e ICV), unida a la ya anunciada del PP, podría echar atrás el Estatuto.

Esto no parece sin embargo probable, ya que se espera obtener el respaldo o la abstención de ERC mediante un acuerdo político sobre la descentralización de los aeropuertos y, más en concreto, sobre la cesión del aeropuerto de El Prat, uno de los temas sobre los que la Comisión Constitucional y la delegación nombrada por el parlamento autonómico no consiguieron llegar a un acuerdo.

Si ERC se abstuviera, el texto podría ser aprobado en el Senado, toda vez que CiU ha manifestado que no presentará enmiendas ni votará a favor de las que presenten el PP y ERC.

Posteriormente, y una vez que el Senado haya devuelto el texto al Congreso, la Generalitat podría convocar un referéndum preceptivo para que los ciudadanos de Cataluña den el visto bueno al estatuto.

Éste se celebraría presumiblemente a mediados del mes de junio, siempre y cuando no se apruebe ninguna enmienda al texto en la Cámara Alta y éste tenga que ser revisado en el Congreso, algo que como hemos dicho resulta muy improbable.

El último trámite sería la sanción o firma del Rey, que se produciría antes de que el texto fuera publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC).

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