Con 19 años José Gabriel García Bernabé aspira a convertirse en el alcalde más joven de las elecciones del 22 de mayo. Será en Alguazas, un municipio de la provincia de Murcia de poco más de nueve mil habitantes, donde estudia segundo de bachiller y donde lidera el partido Unidad x Alguazas.

En junio se presentará a las pruebas de selectividad y en septiembre empezará la carrera de Ciencias Políticas en Murcia. Asegura convencido que, si sale elegido, compaginará a la perfección su faceta de estudiante y su faceta de político.

Como él, numerosos jóvenes que no superan los 25 años se presentan a las próximas elecciones dispuestos a hacerse escuchar y a defender iniciativas y medidas que, a su juicio, mejorarían la situación actual.

A pesar de los datos del último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), que sitúa a los políticos como el tercer problema del país, esta hornada de nuevos dirigentes no solo no se desanima, sino que, además, está dispuesta a mejorar la imagen de aquellos que se dedican a la gestión pública.

Cada uno propone soluciones diferentes, pero todos coinciden en señalar que los jóvenes no son el futuro, sino el presente de la sociedad y merecen, por ello, un sitio también en la política.

En 1979, el socialista Jaume Pascual se convirtió con 23 años en el alcalde más joven de las primeras elecciones democráticas en L'Alqueria d'Asnar (Alicante), un municipio de 508 habitantes.

La inexperiencia, asegura, "no fue ningún obstáculo" para dirigir un Ayuntamiento, que, además, por aquel entonces se enfrentaba a una de las peores crisis de su historia, el cierre de la empresa papelera que daba empleo a la práctica totalidad de sus habitantes.

Pascual, al echar la vista atrás, se muestra convencido de que no hay nada que no se pueda superar con "voluntad e ilusión" y, por eso, no duda en animar a los jóvenes candidatos a seguir adelante con sus proyectos y a luchar por ellos.

Después de 32 años de mandato ininterrumpido, el próximo 22 de mayo pretende conseguir el apoyo necesario para emprender su octava legislatura.

Al rebuscar en el baúl de las anécdotas, Pascual recuerda una con especial cariño: "La primera vez que acudí ante el gobernador, éste pensó que yo era el secretario y mi acompañante el alcalde, cuando le corregimos, me miró y vio a un chico con melena y vaqueros, así que suspiró y dijo 'sí que ha cambiado España'".

Con apenas 22 años, Jorge Cubela es el candidato del PP a la alcaldía de Cotobade (Pontevedra), -5.000 habitantes- donde fue designado por una asamblea con más de cien militantes y donde espera ganar las elecciones y poner en marcha políticas enfocadas a reducir el gasto corriente del Ayuntamiento.

La política, por motivos familiares, siempre ha estado presente en su vida. Con 16 años decidió entrar en Nuevas Generaciones, donde ocupó varios cargos de responsabilidad.

Comprende el desapego de la juventud por la política, porque, bajo su punto de vista, es natural que las discusiones que protagonizan los partidos en el Congreso o las cámaras de representación provoquen desafección entre la ciudadanía.

Frente a esto, propone una política "responsable" y confía plenamente en que los jóvenes acudan a las urnas el próximo 22 de mayo.

La honradez, "en estos tiempos de corrupción", es el eje de la campaña de este joven estudiante de derecho.

En San Javier, municipio murciano de unos 30.000 habitantes, vive Antonio Murcia, un joven de 23 años, estudiante de Ciencias Políticas y candidato a la alcaldía por UPyD, que admite que siempre ha estado interesado en lo que sucedía a su alrededor.

"La licenciatura de Ciencias Políticas me ha permitido conocer partidos, causas políticas, movimientos cívicos, pero mi interés por todo lo relacionado con las ciencias sociales viene de lejos, ya de pequeño me llamaba la atención", precisa.

Está convencido de que la juventud debe estar presente en las instituciones porque afirma taxativamente que "los jóvenes no son el futuro, son el presente".

La elevada tasa de paro juvenil, el descontento hacia las instituciones o la desconfianza en los políticos, que son el tercer problema para los ciudadanos según las encuestas, hacen necesario un cambio en la conducta de aquellas personas que se dedican de forma profesional a la política, opina.

La transparencia debe ser, a su juicio, la norma que rija la gestión de ayuntamientos y administraciones: "Los ciudadanos tienen derecho a saber todo lo que hacen sus gobernantes".

Saül Ortolà es otro ejemplo de joven político. Con 24 años es el candidato de Esquerra Republicana del País Valencià en Pego (Alicante), donde quiere desarrollar un modelo de gestión sostenible que le permitan a él y a sus convecinos "vivir y trabajar toda la vida" en el municipio.

Cuando tenía 15 años, mientras hacía un programa de radio en la emisora local, se le ocurrió entrevistar tanto al alcalde como al líder de la oposición y terminó, como él dice, "en medio del debate político".

Desde entonces, se implicó en movimientos culturales y cívicos y con 20 años estuvo a punto de presentarse a la alcaldía de este municipio de más de 11.000 habitantes, pero "era muy precipitado", reconoce, así que lo pospuso cuatro años más, hasta ahora.

La experiencia, para Ortolà, se adquiere desde dentro: "Hay que implicarse en un proyecto o en una iniciativa para ir aprendiendo y hacerlo cada día mejor".

Está convencido de que la crisis afecta con especial fuerza a la juventud. Cuenta que él mismo con 19 años montó una empresa relacionada con el sector de las energías renovables, que tuvo que cerrar por falta de crédito.

"Conozco de primera mano los problemas de la economía especulativa en la que vivimos, por eso mi equipo y yo queremos traer el cambio e impulsar una economía productiva, una verdadera alternativa para el municipio", explica.

"La mala gestión del equipo de Gobierno, las actuaciones de la oposición y la situación del pueblo" hicieron que José Gabriel García Bernabé se postulase con 19 años como candidato del partido Unidad x Alguazas, explica este futuro estudiante de ciencias políticas.

No le asusta ni su edad, ni la falta de experiencia en la gestión del municipio, remarca que el compromiso que tiene con su pueblo es demasiado grande como para renunciar a mejorarlo.

"La gente que me conoce sabe que estoy capacitado para asumir cualquier puesto de responsabilidad que me otorguen las urnas", indica.

Su trabajo al frente de una asociación juvenil, que ha presidido desde los 15 años, le ha permitido tomar contacto con la toma de decisiones, aunque reconoce que dirigir la alcaldía es un objetivo más complicado, un compromiso al que está dispuesto a enfrentarse.

"Honradez", "transparencia", "cambio", o "compromiso" son algunos de los valores que defienden estos jóvenes políticos, que llegan cargados de ilusión y ganas de aprender y que el próximo 22 de mayo sufrirán los nervios y la incertidumbre de la primera vez.