Arranca Cannes con unos notables Swinton y Van Sant

  • Van Sant ha abierto la sección 'Un certain regard' con una bonita historia de amor.
  • Tilda Swinton apunta maneras de ganadora en 'We need to talk about Kevin'.
  • La australiana Julia Leigh decepciona con su ópera prima 'Sleeping beauty'.
La directora Lyanne Ramsay (izda.) y la actriz Tilda Swinton presentan la película 'We Need To Talk About Kevin' ('Necesitamos hablar sobre Kevin') en Cannes.
La directora Lyanne Ramsay (izda.) y la actriz Tilda Swinton presentan la película 'We Need To Talk About Kevin' ('Necesitamos hablar sobre Kevin') en Cannes.
Yves Herman / Reuters
La directora Lyanne Ramsay (izda.) y la actriz Tilda Swinton presentan la película 'We Need To Talk About Kevin' ('Necesitamos hablar sobre Kevin') en Cannes.

Después del trasiego de Woody Allen, la primera alfombra roja, los zapatos que hacen daño al estrenarlos; la competición. Cannes se ha puesto hoy las pilas con las cintas a concurso por los diferentes premios en liza y lo ha hecho con un par de buenas películas y un fracaso sonado. Pero vamos con las buenas noticias. La primera, Restless, de Gus van Sant, que inexplicablemente se ha quedado fuera de la sección oficial pero al que le han dado el honor de inaugurar la prestigiosa Una cierta mirada.

Restless es una historia de amor terminal. De las que, como los romances de verano, tienen la fecha de caducidad ya escrita en el dorso, pero que no por ello dejan de ser más intensas. La premisa, sencilla: Enoch y Annie se encuentran en un funeral y se enamoran aunque saben que les queda poco tiempo juntos. El drama está servido.

Pero el gran acierto de van Sant es saber transitar por esta relación sin caer en el fácil recurso de la lágrima fácil. Sabe poner la dosis justa de drama y sabe también desdramatizarla cuando hace falta de forma que deja un gran sabor de boca sin tener que recurrir a crear un nudo en el estómago del espectador. Y hay días, como hoy, que se agradece la sinceridad con la audiencia.

Con Swinton todo es más fácil

Rodar con Tilda Swinton y venir a Cannes puede considerarse hacer trampas. De la misma manera que para el Barça es más fácil ganar con Messi en el campo, a Lynne Ramsay se le ha aparecido la virgen al poder contar con Swinton en We need to talk about Kevin, la cinta con la que compite en este festival de Cannes. Porque Swinton, ganadora de un Oscar hace ya unos años por Michael Clayton, es un valor seguro para cintas como la que hemos visto hoy.

En We need to talk about Kevin representa a una madre atormentada por un hijo al que le está costando dios y ayuda criar. Una relación tormentosa que le cuesta más de un disgusto, no solo en casa sino también con sus vecinos. Y todo envuelto en una narrativa fragmentada que aunque al principio parece rocambolesca, acaba por funcionar. Puede que escuchemos el nombre de Tilda dentro de diez días, no lo descartemos.

No puede decir lo mismo Julia Leigh. De primeras la sinopsis de Sleeping beauty sonaba de maravilla: una chica accede a prostituirse a cambio de permanecer dormida durante el proceso pero las cosas se tuercen cuando intenta descubrir que pasa durante las horas que permanece en brazos de Morfeo. Y la cosa acaba ahí, una buena idea que se diluye en un metraje en el la protagonista, una chica con una vida complicada y de tendencias autodestructivas no llega a conectar nunca con el espectador.

Pero para conexiones la que nos espera mañana. Llega Nanni Moretti con Habemus Papam. O en otras palabras, la historia de un Papa recién elegido y la relación que mantiene con su psicólogo. En el Vaticano ya suenan las campanas, y no precisamente porque les guste lo que puede salir mañana en las pantallas del teatro Lumière.

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