Barroso respalda a Sarkozy y Berlusconi para endurecer el control de las fronteras en la UE

Autoridades italianas ayudan a un gran número de inmigrantes a su llegada, este 8 de abril de 2011, al puerto de la isla italiana de Lampedusa.
Autoridades italianas ayudan a un gran número de inmigrantes a su llegada, este 8 de abril de 2011, al puerto de la isla italiana de Lampedusa.
ETTORE FERRARI/ EFE
Autoridades italianas ayudan a un gran número de inmigrantes a su llegada, este 8 de abril de 2011, al puerto de la isla italiana de Lampedusa.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, señaló este domingo que la política migratoria de la UE no será "laxa", tras la petición de París y Roma de que haya cambios en el Tratado de Schengen para afrontar situaciones como la llegada masiva de indocumentados norteafricanos a Italia.

"La política migratoria de los Veintisiete no debe caer en una visión demasiado laxa que suscite preocupación entre la opinión pública europea respecto a problemas de seguridad", señala Barroso en su respuesta a la misiva que recibió hace unos días del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy.

En su carta, Barroso agradece a Roma y París que hayan llegado a un entendimiento sobre la llegada de miles de inmigrantes tunecinos y "hayan contribuido al debate" sobre el refuerzo del acuerdo Schengen (la Europa sin fronteras internas por la que los ciudadanos comunitarios disfrutan de libre circulación).

Se muestra de acuerdo con Berlusconi y Sarkozy a la hora de intensificar el papel de la agencia de control de fronteras Frontex, mejorar los pactos con los países de origen de la inmigración y reforzar el Tratado de Schengen, como pedían los líderes francés e italiano.

"Estoy seguro de que todos compartimos el mismo objetivo tras la discusión sobre Schengen, coordinarnos mejor con una política migratoria común", apunta.

Restablecer fronteras entre países

Sobre la posibilidad de restablecer las fronteras interiores como hizo Francia para impedir la entrada de inmigrantes tunecinos que ingresaron hace un mes a la UE a través de Italia, Barroso señala que "es una opción entre muchas otras que, a condición de estar sometidas a criterios específicos y bien determinados, pueden constituir un elemento para reforzar el acuerdo Schengen".

Barroso recuerda que la comisaria de Interior, Cecilia Malmstrom, presentará este miércoles una propuesta para clarificar la aplicación de Schengen, ideas que serán objeto de un debate y una posible resolución en la cumbre del 24 de junio en Bruselas.

Berlusconi y Sarkozy pidieron el pasado 26 de abril a sus socios comunitarios que se realicen cambios en el Tratado de Schengen para afrontar crisis migratorias como la que vive Italia con la llegada masiva de indocumentados del norte de África.

Los dos mandatarios se reunieron en Roma para abordar, entre otros asuntos, la situación en el norte de África y la crisis migratoria, que había generado tensiones entre los dos gobiernos en las últimas semanas y que tanto Sarkozy como Berlusconi quisieron dar por cerrada con el envío de sus reivindicaciones por carta a Barroso.

En el debate sobre la interpretación del acuerdo Schengen, está la eventualidad de enmendar el artículo 23, que permite la suspensión temporal de la libre circulación y el restablecimiento de controles interiores, para que se incluya la llegada masiva de inmigrantes entre las causas que posibiliten esa alternativa.

La Europa sin fronteras de Schengen la forman todos los países de la UE menos Irlanda, Reino Unido, Bulgaria y Rumanía, junto a los extracomunitarios Noruega, Islandia y Liechtenstein.

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