Un segundo hogar en toda España para 2.300 niños desatendidos

Los pisos de acogida de Mensajeros de la Paz dan cobijo a menores cuyos padres no pueden hacerse cargo de ellos.
Aprenden a hacerse cargo (Foto: Jorge París)
Aprenden a hacerse cargo (Foto: Jorge París)
Jorge París
Aprenden a hacerse cargo (Foto: Jorge París)
Tamara está a punto de cumplir los 18, momento en que podrá ver cumplidos sus deseos. «Me alquilaré una habitación y viviré de trabajar en la peluquería, aunque sé que voy a echar de menos el hogar». Esa casa, su casa, es el piso que comparte con otros cuatro chavales y dos responsables de Mensajeros de la Paz de Madrid, organización que ofrece hogares a menores cuyas familias no se pueden hacer cargo de ellos.  

Escuela de vida

Como ella hay 200 niños sólo en Madrid (2.300 en el país).

Me alquilaré una habitación y viviré de trabajar en la peluquería
Problemas económicos o familiares, en ocasiones el maltrato o las drogas, obligan a los servicios sociales a buscar una salida a estos menores, que aunque a diario viven en estas casas, los fines de semana los pasan con sus padres. «Hay mucho cariño, convivimos como una familia y nos ayudamos como tal, pero queremos que tengan muy claro dónde está su familia», explica Trinidad, una de las responsables.

Lleva cinco años y ha visto pasar a cerca de 20 chicos. «Es una satisfacción enorme ver cómo salen adelante y que ellos mismos quieran hacerte partícipe de sus vidas. Algunos van a tener hijos y nos llaman para contárnoslo. Somos como sus tías», dice orgullosa Rosa, otra de las cuidadoras.

Les enseñan a valerse por sí mismos en casa y fuera de ella para que el día que se marchen sepan lo que quieren. «Acudimos a sus tutorías en el colegio, les ayudamos a buscar cursos, empleo...».

Y Tamara es el vivo ejemplo. Nueve años después de llegar al hogar terminó el colegio y un curso de peluquería con el que ha conseguido unas prácticas hasta agosto. «Sigo viendo a mi familia, no les olvido, pero prefiero esto. En unos años me veo ya de encargada de tienda».

De casas a buzones para bebés

Muchas familias, ante la imposibilidad de criar a un hijo, los abandonan recién nacidos en bolsas de basura o iglesias. Ante esta práctica, muchos países europeos han creado polémica al instalar en sus calles pequeñas cajas incubadoras llamadas Babybox, en las que los padres pueden abandonar a los bebés no deseados con todo tipo de seguridad y pleno anonimato. En España, donde aún no ha llegado este sistema, fueron abandonados 24 niños en 2005 y tres sólo durante el pasado mes de febrero.

Recién nacido muerto, en un contenedor

Un bebé recién nacido fue hallado muerto el pasado sábado en un contenedor de A Coruña. La madre, una joven de 29 años, permaneció custodiada el fin de semana en un hospital de la ciudad.

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