Buena calidad del aire
«Se trata de un proyecto didáctico», detalla Esteve Massaguer, presidente de la Asociación de Apicultores de Barcelona, que colabora en Can Mestres para que los escolares puedan «seguir todo el proceso de polinización», al tiempo que se les enseña que «gracias a las abejas se garantiza la biodiversidad y la permanencia de la floración». De estos insectos, dice, «depende el equilibrio natural de la flora y la fauna». Que las abejas se queden «es una prueba de poca contaminación».
Abejas de granja
La masía de Can Mestres está en obras y el tráfico de operarios es constante para construir la que será «la primera granja municipal», donde los visitantes podrán ver en vivo «ovejas, gallinas, conejos, patos, ocas y abejas», que estarán en un recinto cerrado de donde sólo saldrán en panales de cristal. Un proyecto pionero en la provincia.
Aunque en Barcelona hay unos 95 apicultores, en la ciudad no hay enjambres, a no ser que sean salvajes. Éstos se localizan en los pulmones verdes de Monjuïc, Collserola y el Parc de la Ciutadella. El presidente de los apicultores recuerda que, como nos pasa a los urbanitas, «las abejas aquí están más aceleradas y producen el doble» de lo que en ellas es habitual.
Viñedos, ataudes y abejas
El Ajuntament de Barcelona se implica de forma interactiva en las actividades productivas de la ciudad. Prueba de ello son los proyectos auspiciados por el alcalde Clos, como el de los viñedos en Can Calopa, con una inversión superior al medio millón de euros. A parte, el consistorio es propietario del 51% de la fábrica de ataudes de Sancho de Ávila. Ahora, fabricará miel, pero no se comercializará sino que se entregará en pequeños tarros a los escolares y concurrirá a ferias como la de Sant Ponç.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios