Polémica en Francia por la propuesta de suspender el Tratado de Schengen

  • Izquierda y derecha galas se enfrentan por la iniciativa de Sarkozy de suspender temporalmente los acuerdos de libre circulación en la UE.
  • Con ello, el presidente pretende frenar la entrada masiva de inmigrantes.
  • La derecha considera insuficiente el Tratado y la izquierda, un desafío a la UE.
Inmigrantes tunecinos tras llegar a la isla de Lampedusa, Italia.
Inmigrantes tunecinos tras llegar a la isla de Lampedusa, Italia.
FRANCO LANNINO / EFE
Inmigrantes tunecinos tras llegar a la isla de Lampedusa, Italia.

La derecha y la izquierda francesas se enfrentaron este sábado por la iniciativa del presidente francés ,Nicolas Sarkozy, de suspender, en situaciones como la llegada masiva de tunecinos, la aplicación de los acuerdos de Schengen de libre circulación en la Unión Europea (UE).

Lionnel Luca, diputado del partido de Sarkozy, consideró que el Tratado de Schengen "es un acuerdo de mínimos a la vista de la amplitud de los problemas", y que la idea de su suspensión "es una forma de alertar a los otros Estados miembros de la UE que parece que juegan a Poncio Pilatos".

"No es normal que la UE esté desamparada frente a esta situación y que cada país trate de salvarse por su cuenta", añadió Luca en declaraciones a France Info.

Desde la oposición, el diputado socialista Jean-Jacques Urvoas, denunció la iniciativa de Sarkozy como un desafío a los socios europeos: "Francia corre el riesgo de aislarse frente a un problema que no puede ser más que europeo".

"Mi conclusión es que tenemos un presidente de la República incapaz de llevar a los otros países europeos a una solución. Es una muestra de debilidad", concluyó Urvoas en la misma emisora de radio.

En un encuentro organizado por el Elíseo con varios periodistas para preparar el desplazamiento de Sarkozy a Roma del próximo martes, el consejero diplomático del jefe del Estado francés, Jean-David Levitte, planteó ayer la posibilidad de un recurso a una suspensión provisional de Schengen.

El objetivo, según las explicaciones ofrecidas allí, sería que los Estados de la Unión pudieran utilizar medios adecuados "ad hoc" para hacer frente a un problema particular como la llegada masiva de inmigrantes por las llamadas "revoluciones árabes".

Por eso -según fuentes oficiales citadas por Le Figaro- se buscaría "la evolución de la aplicación de la cláusula de salvaguardia del Tratado de Schengen", que no prevé su suspensión sino sólo la reintroducción del control de las fronteras internas "con carácter excepcional" durante 30 días renovables en caso de "amenaza grave para el orden público o la seguridad interior". Esa circunstancia se ha dado en el pasado, por ejemplo durante la cumbre del G8 en Génova o en 2009 cuando se celebró una cumbre de la OTAN en Estrasburgo.

Según el análisis del Elíseo, "la gobernanza de Schengen falla. Hay que reflexionar en un mecanismo que permita que cuando hay un fallo sistémico en una frontera exterior de la Unión Europea, intervenir con una suspensión temporal mientras se soluciona el fallo".

La reacción de la UE

La Comisión Europea señaló este viernes que no había sido informada de las intenciones francesas, y recordó que los Estados miembros de Schengen (son 25, incluidos Islandia, Noruega y Suiza, que no pertenecen a la UE) sólo pueden restablecer los controles en sus fronteras internas con causas justificadas y temporalmente.

La cuestión será debatida el martes por Sarkozy durante su encuentro con el presidente del Consejo italiano, Silvio Berlusconi, en un ambiente de contencioso bilateral después de que Roma otorgara permisos a unos 20.000 tunecinos llegados a las costas de la isla de Lampedusa.

Esos permisos, que según las autoridades italianas les permiten circular en el interior de las fronteras de Schengen, condujeron al cierre por Francia el pasado domingo durante unas horas del tráfico de trenes entre los dos países entre Ventimiglia y Menton

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