La escritora y periodista Rosa Montero ha señalado este viernes que "no hay tradición" en España de ciencia ficción porque se cree que es "huir de la realidad", cuando en su opinión es todo lo contrario. "Es un género maravilloso que permite hacer grandes metáforas para profundizar en la realidad y hablar de la condición humana", ha explicado.

Rosa Montero, que retoma con su último libro, 'Lágrimas en la lluvia', este género "maravilloso", ha argumentado que "España ha vivido dentro de un realismo muy limitado", que ha calificado como "mero costumbrismo", lo que a su juicio es "una limitación de la realidad", ya que ésta "incluye los sueños y los delirios". "Cuál es nuestro gran género, la picaresca", es decir, "el hiperrealismo", ha precisado.

En una entrevista concedida a Europa Press, Montero ha manifestado, mientras firmaba ejemplares de su novela en la Feria del Libro de Valencia, que 'Lágrimas en la lluvia', editada por el sello Seix Barral, plantea un escenario situado en 2109, momento en que aumenta el número de muertes de replicantes que enloquecen de repente.

La detective-androide Bruna Husky es contratada para descubrir qué hay detrás de esta ola de locura colectiva en un entorno social cada vez más inestable. Mientras, una mano anónima transforma el archivo central de documentación de la Tierra para modificar la Historia de la humanidad.

Sobre la protagonista de la novela, Rosa Montero ha revelado que es "uno de los personajes más cercanos de mi vida, quizá porque es tan distinta". La autora y el personaje comparten "el amor por la vida y el miedo a la muerte", ha apostillado.

Preguntada por la desesperación por la muerte que sufre Bruna Husky, Montero ha reflexionado sobre "la posibilidad de que nos quepa en la cabeza la muerte como una aberración". "La gran metáfora del androide, que muere muy temprano, es que esto le impide olvidarse de que es mortal, le desespera, le da miedo la muerte", ha relatado.

"Qué fraude. Venir a la vida, con tantas ganas y deseos, una vida tan esplendorosa y hermosa y, sin embargo, es una mentira porque, enseguida, está detrás el abismo de la muerte", ha subrayado.

En este sentido, ha comentado que los novelistas están dotados con "una conciencia más aguda del paso del tiempo y de la muerte". "Quizá por eso nos dedicamos a escribir: para intentar combatirla", ha remarcado Montero, quien considera que "esencialmente el ser humano está aplastado por la idea de la muerte, frente a eso se han creado las religiones y se han conquistado imperios".

"Todo lo que hacemos, lo hacemos contra la muerte, se ama y se mata contra la muerte. Hay unas sociedades que ocultan más la muerte que otras. La sociedad contemporánea la oculta mucho", ha apuntado.

Por otro lado, la escritora madrileña, que regresa al género de la ciencia ficción después de haber sido autora de 'Temblor', publicada hace 21 años, ha señalado que considera su última obra "la más realista" de todas, pese a estar ambientada en un futuro que "no es ni catastrofista ni utopista". "Es un mundo muy parangonable con éste; en ese mundo hay cosas tremendas y también grandes logros, como en el siglo XX", ha desvelado.

"las novelas son como sueños diurnos"

Respecto a la forma de abordar este género y a los nuevos descubrimientos tecnológicos que es necesario describir para crear un mundo futuro, ha afirmado que "el exceso de documentación impide la creatividad". "Las novelas son como sueños diurnos y deben fluir de la misma manera que fluyen los sueños", ha explicado.

Preguntada sobre si le gustaría que la novela fuera adaptada a la gran pantalla, Montero ha reconocido que le gusta "mucho" el cine y que le hace "ilusión" que se adapte el libro, aunque "me hace más ilusión que se edite mi novela en algún idioma en el que no esté traducido".

Cuestionada sobre el estado actual de la narrativa y el periodismo en España, Rosa Montero, ha indicado que la narrativa española está "fenomenal". "Es una de las más ricas de Europa, seis generaciones escribiendo y con lectores", ha destacado la escritora, quien, ha afirmado que al periodismo le sucede "todo lo contrario" a causa del "amancebamiento, demasiado estrecho, entre periodistas y políticos".