Casas rurales: el futuro está en la vuelta al campo

Para emprendedores: El plan de viabilidad, la búsqueda de financiación y las obras de reforma son algunos de los pasos a seguir para los que quieran convertir la casa de la abuela en un negocio.
Una casa en el pueblo puede convertirse en un buen negocio.
Una casa en el pueblo puede convertirse en un buen negocio.
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Una casa en el pueblo puede convertirse en un buen negocio.
El campo está de moda. Cada vez son más las personas que prefieren alejarse del mundanal ruido y del estrés de la ciudad e iniciar una nueva vida en el pueblo. Una buena alternativa para ellos es montar una casa rural, un tipo de alojamiento que gana adeptos año tras año.Sólo en 2005 se registraron en nuestro país más de seis millones de pernoctaciones en establecimientos de turismo rural, un negocio que generó unos beneficios de 180 millones de euros sólo en gestión directa. Para participar en él, lo primero es contar con una propiedad en una zona rural y una buena dosis de ilusión... y de paciencia, ya que el camino puede resultar largo y arduo.

Una vez conseguida la casa, es el momento de decidir en qué queremos convertirla –cada comunidad autónoma regula las clasificaciones y características que debe poseer un alojamiento rural–. El siguiente paso consiste en elaborar un presupuesto para su reforma y un plan de negocio para estudiar la viabilidad del proyecto.

Llegados a este punto, ya se puede optar a las ayudas de la Administración. En cuanto a las europeas, la normativa que regula los fondos para los negocios rurales expira en diciembre. «Se cree que se seguirán obteniendo, pero en zonas con cierta saturación se van a reducir bastante», afirma Alejandro Gómez, director de Rural Promo, una gestora de este tipo de proyectos, quien señala que las ayudas estatales siguen funcionando bien, aunque sólo se concedan a partir de un millón de euros. También existen ayudas locales y regionales para el desarrollo rural. Más información en www.ruralpromo.com

Testimonio

Nelly y Juanjo

60 años, jubilados

«Justo lo que queríamos»

«Quería acabar mi vida trabajando para mí», afirma orgullosa Nelly, una uruguaya que acaba de abrir junto con su marido una casa rural en Collado de la Vera (Cáceres). «La hemos levantado nosotros mismos y es justo lo que queríamos», afirma Nelly, que presume de vivir en el pueblo más pequeño de la comarca. Desde que llegó no ha parado. Ya ha fundado una asociación de mujeres y organiza actividades. Su filosofía: «Uno sigue vivo mientras está ocupado».

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