La Dirección General de Biodiversidad del Gobierno cántabro ha pedido a los ciudadanos que eviten el contacto con una foca común que ha sido avistada en varias ocasiones en la costa regional y solicita también que no se le dé comida, ya que estos comportamientos pueden generarle cargas de estrés que afecten de manera muy negativa a su salud.

En nota de prensa, la Consejería de Desarrollo Rural explica que se trata de un macho de foca común (phoca vitulina) de 50 kilogramos de peso y 1,40 metros de longitud, que fue localizado por primera vez por técnicos del Medio Natural de la Consejería de Desarrollo Rural en abril de 2010 en la playa de Oriñón.

Tras ser examinado en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Cantabria, fue devuelta al mar, y desde entonces se ha dejado que se desplace siguiendo su instituto.

Después de aquel primer contacto, en el que también pudo ser identificada mediante una inscripción en su crotal, la foca ha sido detectada durante todos los meses del año en diversas zonas del litoral entre Unquera y Castro Urdiales, lo que ha permitido a los técnicos de la Dirección General de Biodiversidad realizar un seguimiento.

Ahora, el departamento hace un llamamiento para que los ciudadanos se abstengan de dar de comer, tocar u obligar a desplazarse al animal, por el estrés que le podría generar.

La Dirección General de Biodiversidad destaca que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha señalado que el crecimiento y expansión de las poblaciones de focas hará cada vez más habitual su presencia en las costas, a las que se acercan para descansar.

Las preferencias de estos animales por los litorales abrigados, bahías, playas, y otros sitios de leves corrientes de agua, así como su tendencia a acercarse a los asentamientos humanos, son factores que facilitarán la mayor presencia de estos animales en las costas de la región.