El Colectivo contra el Maltrato Animal y Medio Ambiental (Cacma) ha denunciado ante la Delegación de Agricultura y Pesca de Granada al Circo Alaska, instalado hasta el 17 de abril en la Huerta del Rasillo de Granada, por el uso de animales en sus espectáculos y los castigos a los que son sometidos para desarrollar un "comportamiento antinatural".

En la denuncia, a la que ha tenido acceso Europa Press, Cacma recuerda que la Comunidad Autónoma de Andalucía dispone de la Ley 11/2003 de 24 de noviembre de protección de los animales, para dar respuesta a las necesidades que plantea la sociedad actual, donde el respeto a todos los seres vivos con capacidad de sufrir, sean tutelados por la Administración. El colectivo destaca que la realización y puesta en vigor de la citada Ley, es "por unas necesidades sociales que ven, concretamente en el tema que nos trae, el trato hacia los animales en los circos, como algo fuera de toda lógica en una sociedad moderna que cada día respeta y vela por la salud y bienestar de los mismos, y por lo tanto, no admite la forma tradicional en la que estos animales formaban y forman parte del espectáculo circense".

Según recuerda el colectivo, los animales que se exhiben o se utilizan en circos son considerados a todos los efectos "animales de renta", que conforme al artículo 1 de la citada ley se consideran "a todos aquellos que, sin convivir con el hombre, son mantenidos, criados, o cebados por este para la producción de alimentos u otros beneficios".

Cacma informa que en Circo Alaska, que está en Granada desde el 9 y hasta el 17 de abril, utiliza animales en sus espectáculos y vulnera por ello la Ley, que prohíbe "emplear animales en exhibiciones, circos, publicidad, fiestas populares y otras actividades, si ello supone para el animal sufrimiento, dolor u objeto de tratamientos antinaturales".

En ese sentido, el colectivo señala que es "antinatural" marchar en hilera, apoyados uno en otros o asidos por la cola, montar en triciclo o patines, atravesar un círculo de papel o un aro en llamas, ejecutar ejercicios de equilibrio o funambulismo, dar volteretas o, entre otras cosas, realizar ejercicios de trapecio.

En realidad, sostiene Cacma en su denuncia, "desde el momento en que los animales son expuestos a la curiosidad del público, ya se está atentando contra su dignidad y su carácter —aunque no hiciesen más que permanecer en la pista parados sobre sus patas— pues todo dentro del circo es antinatural y traumático para ellos. Por cuanto el circo con animales nos los muestra degradados como un espejo deformante que distorsiona nuestra comprensión de lo que realmente son".

Por ello, considera que en las exposiciones itinerantes y en los circos con animales es de difícil cumplimiento, si no imposible, la adecuación de las instalaciones a las condiciones etológicas y necesidades de cada una de las especies a que se destinan, lo que provoca que invariablemente cada vez que un circo con animales o una exposición visita nuestro territorio, se sucedan infinidad de quejas de ciudadanos que consideran que se está produciendo un maltrato a los animales que se albergan en estas actividades.

Por todo lo anterior, solicita a la Junta de Andalucía el cumplimiento de las leyes existentes sobre este tipo de espectáculos; la no autorización de circos con animales dentro de la Comunidad de Andalucía; la incoación de un expediente sancionador al Circo Alaska por la comisión de una falta muy grave contemplada en la Ley 11/2003 con la consiguiente adopción de las medidas cautelares que procedan; y la realización de un informe en el que se de cuenta del trato al que son sometidos los animales durante el espectáculo, puesto que durante la ejecución del mismo, son "fustigados y golpeados" y desarrollan un "comportamiento antinatural".