BIO "Yo soy una chica pacífica, pero la gente piensa que por practicar este deporte eres un matón de la mafia", explica María. Estudiante de 3º de la ESO, y con la mente en carreras como Medicina o Fisioterapia. Para ella el boxeo es "un medio de relajación" y a la hora de pensar en ídolos se queda con Muhammad Alí y su hija Laila, también púgil. Se define como "coqueta" y "muy perfeccionista" y admiradora de la música clásica. "Me encanta el Canon de Pachelbel", confiesa. Le gustaría organizar una gala benéfica algún día, "pelear por los pobres del mundo", concluye.

María lo tiene claro. Éste es un deporte que le gusta y que quiere practicar. «Lo bueno se hace esperar», afirma. Demasiado joven para competir, entrena kickboxing para foguearse y comenzar a disputar combates cuando cumpla 15 años.

Ya desde pequeña, María mostró inquietudes. «Incluso un año nos pidió para Reyes un saco», recuerda Ramón, su padrastro. «A mí me da miedo, pero su felicidad es lo primero». ¿Y la madre? «Al verla entrenarse, se fijó en su cara de felicidad y no pudo negarse», explica Ramón a 20 minutos.

Visión negativa

El boxeo no goza de buena imagen, aunque como recuerda Rafael Rodríguez, director técnico de la Federación Española, «el boxeo olímpico no tiene que ver en nada con el profesional».

María no comprende por qué no se permite la entrada a chicos de 14 ó 15 años a las galas pugilísticas. «Si les gusta, ¿por qué no van a acudir? Además, más violencia se puede ver en un videojuego», explica. «A mí me gusta el boxeo como deporte. Me gustaría competir, pero preparada». Y concluye «Dios no creó el mundo en un día».

Contradicciones

Depende de la Comunidad Autónoma en la que nos encontremos, la edad para empezar a competir en boxeo varía. Así, en Madrid la mínima son los 18, mientras que en Canarias, los 16, según explica Rafael Rodríguez, director técnico de la Federación Española de Boxeo.