Los emails de un empleado de Fukushima describen el infierno que viven: "Estamos al límite"

Vista aérea de la central nuclear de Fukushima, en Japón.
Vista aérea de la central nuclear de Fukushima, en Japón.
EFE
Vista aérea de la central nuclear de Fukushima, en Japón.

La situación de los empleados de Tokio Electric Power Co. (Tepco) en Fukushima es muy preocupante, según publica el diario The Wall Street Journal con los emails de un empleado de la central nuclear donde afirma que él y sus compañeros están al "límite físico y mental".

Los trabajadores de la empresa Tepco, encargada de la gestión de la central nuclear de Fukushima, trabajan sin descanso para enfriar los reactores de la planta y evitar una catástrofe nuclear en Japón.

Los correos electrónicos publicados por el diario son entre un trabajador de la compañía que se encuentra en la central y un compañero de la sede general en Tokio. Permiten hacerse una idea de cómo la tragedia ha minado la moral de los operarios que intentan controlar la situación en la planta. También los problemas a los que se enfrentan los trabajadores que operan desde la sede, radicalmente distintos a la tragedia del interior.

El trabajador de Fukushima agradece el apoyo de sus compañeros , y explica que lo único que quiere es que los ciudadanos entiendan que "hay mucha gente luchando bajo circunstancias extremas en las plantas nucleares".

"Pero como una persona que vive en Tokio y disfruta de la electricidad, no hay tiempo que perder llorando, llorar es inútil". Continúa, "Si estamos en el infierno, lo único que podemos hacer es escalar hacia el cielo".

Además, recuerda que los empleados también son víctimas, el pueblo de este trabajador ha desaparecido, ni siquiera sabe donde está su familia, pero ha tenido que quedarse en la central desde que ocurrió el terremoto y trabajar sin descanso.

Explica que los trabajadores de la segunda planta están pasando por "un momento duro" y revela que el escenario parece "una zona de guerra". Finaliza diciendo que "Todos los empleados están trabajando al límite, físico y mental".

En sus correos, este empleado no duda en culpabilizar a la empresa Tepco de la radiación de la zona: "El terremoto es un desastre natural. Pero Tepco debería ser culpada por la emisión de materiales radiactivos procedentes de las plantas nucleares". Y se muestra convencido de que "el sentimiento que predomina en el fuero interno de los ciudadanos es que incluso el terremoto ocurrió por culpa de Tepco".

Su compañero del exterior, le pide que resista, y le recuerda que todo el país respeta y reza por los que tratan de controlar la situación en la central. "Te pido que resistas", y añade: "Es poco lo que puedo hacer por ti. Pero cuando llegue el momento, nos encargaremos de protegeros a todos".

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