Los fluidos de la muerte dibujan sobre sábanas y tapices

  • Sarah Sudhoff fotografía textiles sobre los que reposaron cadáveres.
  • "La gente no tiene interés en saber cómo es su interior. Yo lo encuentro fascinante"
  • Entre su colección hay muertes por ataques al corazón, suicidio o asesinato.
Suicidio con arma de fuego. Hombre. 40 años.
Suicidio con arma de fuego. Hombre. 40 años.
Sarah Sudhoff
Suicidio con arma de fuego. Hombre. 40 años.

Restos de sangre, orina, heces y otros fluidos corporales. Sarah Sudhoff (1977, Hawái), periodista y fotógrafa, ha convertido la muerte en materia artística.

En At the Hour of Our Death (En la hora de nuestra muerte), su último proyecto, macrofotografía las superficies (tapices, alfombras, sábanas, moquetas, sofás...) sobre las que han muerto una suicida por disparo, un yonqui por sobredosis, una víctima de asesinato por arma de fuego, un hombre por ataque al corazón...

Las piezas se convierten en obras neopictóricas, que sacan de contexto la tragedia y, a la vez, hacen reflexionar sobre lo físico de un cadáver.

Sarah acompaña en su trabajo a empresas dedicadas a limpiar restos mortales. Quiere examinar lo que deja tras de sí un cadaver.En el almacen, donde los textiles manchados se guardan para incinerarlos más tarde, hace las fotografías. “Son mi intento de relentizar en una imagen el momento tras una muerte, de hacer visible un momento que no se muestra. Quiero que el público se cuestione la idea que tenemos de la mortalidad y que todos seamos capaces de hablar del final de nuestra vida”, dice a 20minutos.es.

En este vídeo, los realizadores de vídeo Mark y Angela Walley grabaron a Sudoff en acción.

La artista no esquiva la certeza de que “todos moriremos algún día”. Fue consciente de su mortalidad cuando en 2004 le diagnosticaron un cáncer de cuello de útero. El tratamiento y la operación le dieron la oportunidad de acercarse al ambiente médico, el aparataje, las reacciones físicas, los resíduos y las manchas que dibujan las gasas. Fue la gestación de At The Hour of Our Death.

En esta entrevista Sarah cuenta detalles de su trabajo, el proceso de fotografiar las manchas y sus impresiones sobre la muerte.

Dice que la muerte es invisible en nuestra cultura, especialmente cuando nos referimos a los aspectos físicos, al cuerpo humano. ¿Acaso tenemos miedo de nuestro cuerpo?

Son muchos los que tienen miedo. La gente no tiene interés en saber cómo es su interior. Yo lo encuentro fascinante. De niña quería ser cirujana, así que a lo mejor tengo una percepción diferente. Puede haber un shock inicial cuando abres un cuerpo o compruebas cómo se descompone, pero la curiosidad por aprender y entender elimina cualquier miedo o impresión. Creo que nos hacemos un flaco favor ignorando lo natural del cuerpo humano. Aceptarlo nos ayudaría a prepararnos para lo que nos llegará a todos algún día.

¿Fue dificil el comienzo de At the Hour of Our Death?

Más bien fue al revés: al principio era fácil fotografiar esos tejidos manchados. La novedad y la curiosidad me protegían emocionalmente. Ahora, un año después, la brecha entre la cámara y el objeto está desapareciendo y todo se hace emocional, física y mentalmente más difícil.

¿Cuál es la foto más dura?

Un hombre de 25 años que murió de un ataque. Fotografié la parte de atrás de la alfombra sobre la que lo encontraron poco después de morir. Aún estaba húmeda. Lo poco que sabía de la manera en que había muerto y que fuera la persona más joven de mi serie de fotografías hizo que ésta fuera para mí la imagen más dura de captar.

¿Cuánto tiempo pasa fotografiando las manchas?

Cada sesión no dura más de dos o tres horas. Tengo que recorrer grandes distancias para acceder al material, en los almacenes no hay calefacción ni aire acondicionado, el olor de los textiles no es fácil de llevar y psicológicamente es un trabajo cansado.

¿Cómo se interesó por un tema tan extremo como la muerte?

No pienso que la muerte sea un tema extremo para explorarlo como fotógrafa. Lo queramos o no, todos moriremos algún día, pero muchos deciden ignorarlo. Precisamente por eso la muerte se vuelve fértil como tema de exploración artística.

Háblenos de sus proyectos futuros.

He comenzado a grabar un vídeo sobre mi familia, centrado en la enfermedad de mi hermano, que padece neurofibromatosis, una enfermedad que afecta a las células nerviosas. También he iniciado una investigación sobre rituales mortuorios que empezaré en los próximos meses.

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