El ingenio, la ironía y la inteligencia más mordaz invaden el Museo ABC de Madrid. El centro de arte, dedicado en cuerpo y alma al dibujo y la ilustración, presenta Greguerías Ilustradas, una muestra que reúne un centenar de las famosas greguerías de Ramón Gómez de la Serna (Madrid, 1888 – Buenos Aires, 1963) debidamente emparejadas con los dibujos originales que las acompañaban, realizados también por el autor.
Ramón Gómez de la Serna, Greguerías, 5ª, Blanco y Negro, núm. 2.153, 18 de septiembre de 1932. Tinta y lápiz sobre cartón. Museo ABC, Madrid.
Hay un momento en que la motocicleta traza la curva cerrada en que el motorista parece haberse salido del mundo, ciñéndose al borde de los abismos, medio acostado sobre el lecho de la muerte, rozando el trasmundo
Gómez de la Serna rompió con todas las convenciones de su época, introdujo en España la mayoría de las vanguardias e inició el género de las greguerías, una especie de mezcla entre humor, metáfora y juego de palabras. "Podrían definirse como un conjunto de apuntes chispeantes, un ejercicio conceptual asentado en la risa, una autocrítica mordaz típica del humor español pero que este genial autor supo llevar más allá del simple chiste, creando un género literario", explica Inmaculada Corcho, directora del Museo ABC y comisaria de la muestra.Ramón Gómez de la Serna, Greguerías, 7ª, Blanco y Negro, núm. 2.186, 7 de mayo de 1933. Tinta y grafito sobre cartulina. Museo ABC, Madrid.
Hay unos fumadores que, más que fumadores, lo que son es meditadores de las pipas, desarmadores de boquillas y cachimbas, músicos que pulen mucho sus saxofones.
El propio autor dijo de ellas que "son lo que gritan los seres confusamente desde su inconsciencia, lo que gritan las cosas". Y aunque los dibujos que las acompañaban no eran ni muy elaborados ni destacaban por la belleza de su trazo sí cumplían con la misión de ayudar a la comprensión de los textos y reforzar su carácter satírico. El autor solía justificarse señalando que eran "dibujos de escritor" e indicaba que prefería realizarlos él mismo por "ser tan difícil dar explicaciones a los dibujantes para que al fin acceda a representar lo que queramos".Ramón Gómez de la Serna, Greguerías, 6ª, Blanco y Negro, núm. 2.166, 18 de diciembre de 1932. Tinta y grafito sobre cartulina. Museo ABC, Madrid.
Esa que lleva dos descotes en miniatura sobre los hombros añade una extraña seducción a su seducción... Pone unos claros más fulgidos en la claridad de su blancura.
La exposición del Museo ABC presenta una selección de 100 piezas de las 314 que atesora en su colección y fueron publicadas en Blanco y Negro entre 1930 y 1935 agrupadas en diferentes secciones: Cifras de París, Cifras de Alemania, Cifras de ahora, Greguerías ilustradas y Greguerías.Ramón Gómez de la Serna, Greguerías, 7ª, Blanco y Negro, núm. 2.197, 23 de julio de 1933. Tinta sobre cartón. Museo ABC, Madrid.
En la noche esos postes de telégrafo — reverso poético de su lado humorístico— parecen contadores de estrellas... La vaga luz de la luna los hace cuadros registradores de la cuenta estelar.
"Los dos grupos escritos desde París y Berlín son apuntes e impresiones de las dos ciudades europeas, traducidos al lenguaje ramoniano; el resto de series describen situaciones de la actualidad matizadas por la percepción del autor. Todas ellas comparten, además de los juegos de metáforas, los aforismos y los símiles, un desarrollo algo más extenso que lo que entendemos como greguería, de forma que, estas piezas son artículos-greguerías, textos adaptados a la necesidad periodística de la revista, que describen situaciones, escenas contempladas que el autor recrea y desdobla en una realidad paralela. A pesar de la extensión, se trata del mismo juego de ingenio que utiliza en las greguerías más condensadas", explica la comisaria.Ramón Gómez de la Serna, Greguerías, 4ª, Blanco y Negro, núm. 2.295, 14 de julio de 1935. Tinta y lápiz sobre cartón. Museo ABC, Madrid.
Hay caballos que nacen con piel de vaca, vergonzosa piel de vaca lechera, y siempre están como fuera de su destino siendo caballos. Se ve que deberían tener cuernos y que, por fin, cuando mueran, su piel será vendida como piel de vaca.
Con motivo de la exposición se ha publicado un catálogo de casi 500 páginas que recoge por primera vez todo el repertorio de dibujos de Gómez de la Serna que se conserva en este museo y que además, incluye un texto de Eduardo Alaminos, uno de los mayores expertos en el autor.Ramón Gómez de la Serna, Greguerías, 3ª, Blanco y Negro, núm. 2.197, 23 de julio de 1933. Tinta y grafito sobre cartulina. Museo ABC, Madrid.
Hay un caballero que oculta como un crimen su paraguas detrás de la espalda... Ese avergonzado de llevar paraguas tiene una hipocresía casi acrobática para disimular el artilugio ruborizador.