Fue uno de los pintores más famosos del Siglo de Oro español. Deslumbró con sus pinturas religiosas y sus representaciones de niños de la calle. Sin embargo, dentro de su prolífica producción los retratos fueron una rara avis. Hasta la fecha se han identificado tan solo dieciséis, entre ellos, los dos únicos autorretratos conocidos del artista. Uno pertenece a la Colección Frick en Nueva York, el otro a la exposición permanente de la National Gallery de Londres. Ahora, vuelven a reunirse en la pinacoteca británica, coincidiendo con el 400 aniversario del nacimiento de Murillo (1617-1682).Bartolomé Esteban Murillo. Self Portrait about 1670. Oil on canvas. 122 x 107 cm © The National Gallery, London
BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLOCuriosamente a Murillo, que nunca salió de España y trabajó y vivió principalmente en su ciudad natal Sevilla, se le consideró hasta principios del siglo XX uno de nuestros pintores más internacionales. El autorretrato de la National Gallery fue una de las primeras pinturas del sevillano que llegaron a Reino Unido, país que durante el siglo XIX llegó a atesorar una de las colecciones de 'murillos' más importantes del mundo. Entre sus admiradores se contaban personajes tan ilustres como el primer ministro Benjamin Disraeli o la Reina Victoria, que llegó a escribir en su diario privado que sus cuadros eran “bellos y hermosos”.Bartolomé Esteban Murillo. A Peasant Boy leaning on a Sill, about 1675, Oil on canvas, 52 x 38.5 cm © The National Gallery, London
BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLOEl primer autorretrato (fechado entre 1650-55) muestra un Murillo joven de 30 años. Su imagen está enmarcada por un cartucho redondo de piedra con bordes astillados. No hay evidencia de su profesión, aparte de la inscripción que se añadió después de su muerte. El segundo, realizado 20 años después (alrededor de 1670), lo realizó cuando ya era uno de los artistas más célebres de Sevilla. En este cuadro si se muestran sus herramientas de trabajo: una paleta de pintor, un dibujo de tiza roja y una brújula. Este autorretrato se pintó cuando Murillo ya había enviudado (su esposa murió en 1663) y en él reza la inscripción: "Bartolomé Murillo se retrata para cumplir los deseos y oraciones de sus hijos" (el pintor tuvo nueve hijos, solo cuatro de ellos vivían cuando realizó esta pintura). Se cree, de hecho, que ambos autorretratos pertenecieron a su hijo menor, Gaspar, durante muchos años.
Bartolomé Esteban Murillo. Self-Portrait, about 1650-5. Oil on canvas. 107 x 77.5 cm The Frick Collection, New York, Gift of Dr. and Mrs. Henry Clay Frick II, 2014 © The Frick Collection, New York
Uno de los rasgos más llamativos de este segundo autorretrato es la manera en la que su mano sobresale del óvalo que enmarca su figura. Según la comisaria de la muestra Letizia Treves, especialista en pintura italiana, española y francesa del siglo XVII en la National Gallery este detalle es "algo completamente innovador, de una inventiva sin parangón, que Murillo se pudo permitir porque se estaba dibujando a sí mismo". Y añade: "Estoy encantada de haber tenido la oportunidad de trabajar en este proyecto con la Colección Frick, reuniendo nuestro propio autorretrato de Murillo con el de ellos, la única otra imagen conocida del artista realizada por su propia mano. La exposición muestra un lado menos familiar del arte de Murillo, centrándose en la inventiva de sus retratos y en particular sus autorretratos".Bartolomé Esteban Murillo. Count Diego Ortiz de Zúñiga (1633–1680), about 1665. Oil on canvas 113 × 94 cm. Private Collection in the UK © Photo courtesy Sotheby's
BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLOJunto a estos retratos, la exposición incluye otros diez trabajos, entre los que se encuentran seis obras más del pintor sevillano y otras reproducciones póstumas, como grabados que se emplearon para ilustrar biografías del artista. Entre ellos, los retratos de Juan Arias de Saavedra, el de Nicolás Omazur y el del conde Diego Ortiz de Zúñiga, que solo se atribuye a Murillo desde el pasado octubre. Además, la exposición incluye los famosos Niño riendo asomado a la ventana y Dos mujeres en la ventana, dos pinturas (que no retratos) que reflejan la intención del artista de crear una ilusión de realidad a través del arte en cualquier persona que las observe.Bartolomé Esteban Murillo. Two Women at a Window, 1655-1660. Oil on canvas 125.1 × 104.5 cm. National Gallery of Art, Washington, DC 1942.9.46 Image courtesy of the Board of Trustees, National Gallery of Art, Washington, DC.
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