Se trata de una forma de radioterapia que puede usarse para el cáncer en población pediátrica y adolescente o para tumores en lugares complicados, como el cuello o el cráneo.
Con una simple analítica de sangre, hoy en día es posible detectar la presencia de alteraciones moleculares procedentes de un tumor. La biopsia líquida es uno de los avances diagnósticos más significativos para los pacientes con cáncer.
La anemia es solo uno de los posibles resultados de tener déficit de hemoglobina, los niveles bajos de esta proteína en sangre también puede significar la existencia de un tumor.
Un estudio llevado a cabo por investigadores españoles ha identificado el modo en el que las células senescentes 'impiden' la acción de las células inmunes.
Investigadores de Harvard y del MIT han ideado una forma de facilitar la localización del ADN tumoral circulante en muestras de sangre, lo que puede facilitar el diagnóstico del cáncer y mejorar el tratamiento.
El diagnóstico de un tumor maligno o aparición de cáncer en nuestro organismo puede presentarse en estadios, siendo el estadio VI la más agresiva, ya que significa que las células cancerosas se han extendido a regiones distantes del cuerpo, o metastaseado, por lo que es la etapa más avanzada de la enfermedad.
La mayoría son benignos pero esto no quiere decir que no puedan producir sintomatología importante, ya que por su localización cuando son grandes pueden afectar a la vía óptica, dañando la vista o provocando cefaleas o síntomas neurológicos.