Los árboles de los bosques españoles recuperan la "salud" de hace cinco años

Asturias, entre las comunidades autónomas que han mejorado los registros del año pasado
Bosque de ribera
Bosque de ribera
CONSELLERIA DE MEDIO AMBIENTE DE CATALUNYA
Bosque de ribera

El 85,4 por ciento de los árboles en los bosques españoles presentan "un aspecto saludable", en un año en el que "se ha mejorado el estado general del arbolado" respecto a años anteriores, logrando los mejores niveles desde 2004, según datos del Inventario de Daños Forestales en España elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino.

El Inventario de Daños Forestales (IDF) consiste en el seguimiento anual de los puntos de una red sistemática y aleatoria, que cubre toda Europa. El número de puntos revisados en España durante el año 2010 ha sido de 620, evaluándose un total de 14.880 árboles, 7.488 coníferas y 7.392 frondosas.

En concreto, el porcentaje de arbolado muerto o desaparecido se sitúa en torno al 2,3 por ciento. Por el contrario, las frondosas —un 83,3 por ciento "sanas"— son las que han registrado una mejoría "más notable", ya que el año anterior había un 79,3 por ciento de arbolado en buenas condiciones. En esta misma línea, las coníferas, presentan un 86,9 por ciento de arbolado sano (frente al 85,1 por ciento el año anterior).

"Se constata solo un mínimo de arbolado muerto debido a cortas sanitarias y fruto de aprovechamientos forestales, así como a procesos de decaimiento derivados del fuerte déficit hídrico que afectó al arbolado en años anteriores", ha explicado el ministerio.

Entre las comunidades autónomas que han mejorado los registros del año pasado el informe ha destacado a Asturias, Cataluña, Baleares, Andalucía y Valencia, que no presentan en ninguna "signos claros de decaimiento".

Asimismo, con respecto a años anteriores, el documento califica de "significativa" la disminución de los agentes que habitualmente afectan a los bosques, especialmente apreciable en los daños por sequía y, en menor grado, por insectos. Además, las anotaciones relacionadas con incendios forestales y con la acción del hombre suben de forma ligera, así como las anotaciones de perforadores (cerambícidos y bupréstidos), cochinillas y algún ataque puntual de insectos poco relevantes a escala global.

Otros aspectos negativos incluyen a los daños atribuidos al muérdago —una especie que sigue una tendencia "ascendente"—, al tiempo que se confirma el impacto del proceso degenerativo sobre las alisedas cantábricas. "Deben citarse el crecimiento de fenómenos puntuales de decaimiento en algunos sabinares y se aprecia un cierto

incremento en los daños relacionados con el síndrome de la Seca", ha resaltado.

Ayudan las lluvias y las heladas

En cuanto a las causas de la mejoría, debe considerarse que el clima y "fundamentalmente" la cantidad y distribución de las precipitaciones, han jugado un "papel fundamental" en la evolución del estado de salud de los bosques.

A esto debe sumarse las bajas temperaturas extremas registradas puntualmente en el invierno, las cuales han tenido un efecto letal en las poblaciones durmientes de insectos defoliadores y perforadores, que han visto mermado por tanto su potencial biótico durante el año 2010. Esta situación es el reverso de lo producido durante los últimos años, en especial durante el periodo 2005-2006 y el año 2009.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento