ETA comunicó al PSE en marzo su intención del realizar un alto el fuego

Imagen del vídeo del anuncio del alto el fuego de ETA.
Imagen del vídeo del anuncio del alto el fuego de ETA.
Imagen del vídeo del anuncio del alto el fuego de ETA.

El hijo de 'Josu Ternera', Egoitz Urrutikoetxea Laskibar, que actualmente ocupa un papel predominante en la cúpula política de ETA, ha sido el interloctor de la banda terrorista que hizo llegar al Partido Socialista de Euskadi (PSE) la intención de declarar una especie de "tregua tácita".

ETA tomó esta decisión en marzo, y a través de intermediarios, trasladó su decisión al PSE. "Ha habido contactos, pero nunca negociación", explican fuentes de la lucha antiterrorista conocedoras de este proceso.

Según las mismas fuentes, ETA quería dar una oportunidad a la izquierda abertzale, y sacudirse así las presiones de una Batasuna envalentonada, que se veía capaz de iniciar un nuevo proceso de negociación y quería hecerlo sin la presión de la amenaza de las armas. Arnaldo Otegi, Rufi Etxeberria y Rafael Diez Usabiaga lideraban las críticas y querían promover un "proceso democrático por vías políticas y pacíficas".

Sin embargo, las mismas fuentes destacan que las palabras utilizadas por ETA en su comunicado evidencian que la banda se ha visto obligada a anunciar lo que ha anunciado: "no llevar a cabo acciones armadas ofensivas". No habla de alto el fuego ni de tregua, como en otras ocasiones. Es decir, dice que no va a atentar (no dice hasta cuándo), pero no renuncia a sus estrategias de aprovisionamiento: robo de armas, explosivos y coches; y reclutamiento de nuevos militantes. Tampoco a la violencia callejera ni al cobro de la extorsión empresarial. Obviamente, tampoco ha anunciado una tregua permanente y verificable, como le ha pedido Batasuna. ETA ni se disuelve ni entrega las armas. Y es que los analistas que trabajan para el ministerio del Interior creen que "ETA no se cree este alto el fuego".

Los datos en poder de los servicios antiterroristas dejan claro que ETA tenía planes para atentar durante el primer semestre de este año coincidiendo con la presidencia española de la UE. Por ejemplo, cuando la Policía francesa capturó el pasado mes de marzo al jefe militar, Karrera Sarobe, éste estaba en una reunión de máxima seguridad en la que estudiaban iniciar una fuerte ofensiva. "Con este anuncio, ETA intenta camuflar, bajo un supuesto gesto negociador, su debilidad operativa", señalan las mismas fuentes.

El año pasado 124 etarras fueron detenidos, y este año ya van 68. "Y lo más importante, su debilidad económica". Para ETA el hecho de que la izquierda abertzale consiga estar en las elecciones municipales y autonómicas de 2011 podría suponer otro frente recaudatorio. "Y de paso le dice a la izquierda abertzale que ahí tienen la oportunidad que reclamaban", concluyen las mismas fuentes.

Lo que está claro es que tanto el Gobierno central como el vasco se encuentran escépticos. El titular del Departamento vasco de Interior, el socialista Rodolfo Ares, que pertenece al bloque del PSE contrario a los contactos que sí han tenido Jesús Eguiguren y Odón Elorza, respondió ayer que "el tiempo de las treguas ha pasado". Para Ares, el comunicado de la banda es "ambiguo" y "absolutamente insuficiente" y descarta que pueda servir a la izquierda abertzale para presentarse a las elecciones. El mismo comunicado deja claro que ETA supedita este "parón de las acciones criminales" a que el Gobierno español acuerde (se supone que con ellos o con su brazo político) "los mínimos democráticos necesarios para emprender el proceso democrático".

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