«El año pasado trabajé en un gran hotel en verano y el mes de septiembre no me lo pagaron porque se declaró en quiebra. Logré que se me pagará, tras recurrir a juicio, ocho meses más tarde». Casos como el de Fabiola cada vez son más comunes.

Los impagos de empresas a trabajadores se han duplicado en el último año y ya hay más de 500 afectados al mes en la provincia de Zaragoza. La mayoría se producen por las quiebras de entidades que pierden su liquidez y no pueden afrontar el pago de finiquitos, salarios o despidos.

Para conseguir que se le pague, el trabajador acaba acudiendo a los tribunales y la mayoría terminan cobrando de un fondo social creado para estos casos (Fogasa, financiado por todas las empresas españolas) en lugar del propio empresario.

«El 80% de los casos de este tipo que llevo los acaba pagando el Fogasa», explica el abogado Ignacio Sarraseca. Y es que durante todo 2008, unos 2600 trabajadores (en 1.700 litigios diferentes) que fueron a juicio con sus empresas, no cobraron; mientras que en los primeros 9 meses de este año, ya son más de 4.500 los afectados (en 3.000 litigios), según el Fogasa.

Para hacer presión, muchas veces los trabajadores suelen asociarse para reclamar la cantidad. «Fuimos a juicio 50 afectados, pero pagamos cada uno casi 200 euros», explica Fabiola.

Además, el incremento de este tipo de litigios está provocando atascos en los juzgados sociales, a pesar de que el pasado 3 de noviembre se reforzó el servicio con dos trabajadores más ante la avalancha de confrontaciones. «No damos abasto, por lo menos necesitaríamos a otras dos personas más, aunque lo normal sería que abriesen una sala más», explica Luis Casero, representante de los sindicatos de justicia de Zaragoza.

En los últimos meses, cada vez son más las empresas que se han declarado en quiebra. Hace tan sólo dos años, en el tercer trimestre de año, se registraban ocho quiebras en todo Aragón (la mayoría en Zaragoza); y en el mismo periodo de este año, ya han sido 34.

Hasta 8 meses para cobrar

Otro problema al que deben hacer frente los trabajadores pendientes de cobrar es el tiempo que han de esperar. Con los retrasos que llevan los juzgados, a veces tarda en salir el juicio hasta 6 meses. Y en caso de que deban recurrir al Fogasa, la espera se alarga otros dos. Además está el gasto en abogados, que suelen llevarse hasta el 20% de la reclamación.