El grupo de Chunta Aragonesista (CHA) en el Ayuntamiento de Zaragoza va a pedir a la junta de portavoces que el pleno del consistorio de la capital aragonesa pueda votar de forma secreta una moción presentada por esta formación para su debate el próximo 31 de enero en contra de la reforma de la ley del aborto propuesta por el Gobierno central del PP.

El portavoz de CHA en el Ayuntamiento, Juan Martín, ha explicado en rueda de prensa que el objetivo es "que cada concejal pueda votar según conciencia", para comentar que le consta que hay concejales del Partido Popular (PP) que están en contra de la reforma, igual que "hay muchos dirigentes" del mismo que lo ha expresado públicamente.

En el caso de la presidenta de la Comunidad autónoma, la 'popular' Luisa Fernanda Rudi, Martín ha indicado que ha realizado un "giro copernicano y peculiar" al hablar "de derechos del no nacido" e "ignorar los derechos de la mujer, que es quien tiene que decir", cuando su partido no se planteó reformar la ley mientras ella presidió el Congreso de los Diputados, texto al que ahora "se le quiere enmendar la plana".

El portavoz de CHA ha aclarado que para que se produzca votación secreta es preciso que antes se vote si se hace así o no, para esperar que se acepte su propuesta puesto que "si no se plantea en este asunto, en qué se puede hacer", se ha preguntado, al tiempo que ha considerado que el PP estará de acuerdo en que se haga así.

Ha añadido que quieren que su moción "salga adelante con más de 16 votos", los que suman los concejales de PSOE, CHA e IU y haya alguno de los 15 del PP, ya que "somos conscientes" de que los hay y, de esta forma, "no se aplique la disciplina de partido", sino que cada concejal vote en conciencia, ha reiterado.

Derecho de las mujeres

Martín ha argumentado que la reforma para la que piden el rechazado, —el proyecto de ley de protección de los derechos del concebido y de la mujer embarazada y la modificación de la ley orgánica de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo— "tiene que ver con los derechos individuales y la libertad de conciencia de la ciudadanía".

A su entender, este tipo de propuestas "camina en la dirección contraria a lo que ha hecho la sociedad en los últimos 25 años" y refleja "un monolitismo ideológico del PP que no existe" porque en ese partido "hay posiciones matizadas" en esta cuestión.

Por eso, ha sostenido que los municipios deben pronunciarse en contra "de volver a legislar sobre una cuestión que está superada" y que solo preocupa a "ultracatólicos", sobre la que "no hay debate social".

Martín ha opinado que la reforma que propone el Gobierno central es "innecesaria" y "nos devuelve a la España de 1985, de Sor Citroën, del NO-DO, cutre, casposa y de peineta", que deja "hedor a vela y sacristía".