El colectivo vigués de autoapoyo y adicciones El Imán ha protagonizado este jueves un acto simbólico que ha denominado "meada colectiva contra la pared" y que tiene el objetivo de pedir que el Programa Sereos —que ofrece café y calor para personas en situación de emergencia social— vuelva a contar con un local en la ciudad y deje de prestarse en una unidad móvil en la vía pública.

En el acto, desarrollado en la calle Jacinto Benavente, donde se ubica la unidad móvil de Sereos desde el cierre del local, los participantes han solicitado la "inmediata reubicación" del programa municipal en un local el "corazón de la ciudad", después de que "hace más de tres meses" cerrasen las instalaciones de la calle Elduayen, en el Casco Vello, donde se venía desarrollando desde hacía años.

"Nos privaron de sillas donde sentarnos, mesas donde tomar un café caliente, techo que nos protegía de la lluvia, del frío y protegía nuestra intimidad", afirmaron los usuarios a través de un manifiesto en el que defendieron el local como "un espacio de socialización y encuentro".

El Imán mantiene que el dispositivo "no fue cerrado por problemas de tipo económico" y que tampoco "fue porque el Ayuntamiento no tenga competencias en emergencia social", si no que, a su juicio, se hizo "para alejar a los más de 1.300 usuarios del corazón de la ciudad".

Así, denuncia que el cierre del local de Elduayen, en el Casco Vello, fue una decisión "inhumana, excluyente y humillante, ejercida contra vecinos de Vigo tan dignos como los miembros de la Corporación Municipal y la asociación vecinal y de comerciantes del barrio".

"Si mean por nosotros no vamos a decir que llueve", advirtieron los miembros del colectivo durante su acto reivindicativo, en el que simularon orinar contra la pared por carecer de un local al que acudir.