La prima de riesgo de España se enfriaba hasta los 377 puntos básicos al cierre de la sesión, tras haber llegado a un máximo intradía de 390 puntos poco después de comenzar la jornada, debido a la crisis abierta tras conocerse las condiciones de la asistencia financiera a Chipre.

El diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo llegaba a alcanzar a las 10:26 horas un máximo diario de 390 puntos, con el interés del bono hispano en el 5,122%.

Sin embargo, al cierre de la jornada el riesgo país de España se reducía ligeramente hasta los 377 puntos, en tanto que la rentabilidad del bono caía al 5,042 % y el interés del bono germano se situaba en el 1,289 %. El riesgo país de España, que la víspera ya había alcanzado su nivel más alto desde febrero, poco después de celebrarse las elecciones italianas que dejaban un país ingobernable, comenzaba la sesión al alza, pendiente de la reapertura de los bancos chipriotas, que habían permanecido diez días cerrados.

Entre los factores que contribuían a apaciguar los mercados de deuda destacaban las declaraciones del economista jefe de la OCDE, Pier Carlo Padoan, que ha asegurado hoy que la crisis bancaria en Chipre no representa un "riesgo sistémico" para la zona del euro. Padoan ha indicado que, en términos generales "las crisis extremas están en baja significativa" en la zona del euro con respecto a lo que ocurría hace seis meses.

Las palabras del economista mitigaban en parte los temores sobre una prolongación del "corralito" de Chipre, y dejaban en un segundo plano a Eslovenia. La rentabilidad del bono esloveno a 10 años también se desinflaba hasta el 5,321 % tras haber superado el 6 % durante la sesión, su nivel más alto desde septiembre, síntoma de los temores de que, tras Chipre, el pequeño país centroeuropeo tenga que recurrir a un rescate externo.

En la misma línea de moderación han evolucionado las primas de riesgo de otros países europeos, como Irlanda, donde el riesgo país se ha situado en 293 puntos; Italia, (347); Portugal (508) y Grecia (1.111). Por lo que respecta al mercado de renta variable, la Bolsa española ha cerrado en positivo y su principal indicador, el ÍBEX 35, ha terminado el día con un pequeño repunte del 0,25 % que le ha permitido superar los 7.900 puntos. De esta forma, las pérdidas semanales del indicador se han situado en el 4,92 % y las anuales, en el 3,03 %.

La mayor subida del IBEX la registró Caixabank, que se anotó el 3,49 %, seguida de Inditex, con el 2,27 % y de IAG, con un repunte del 1,73 %. En el lado negativo de la tabla destacaron las caídas de Acciona, que se dejó el 3,19 %; FCC, el 2,49 % y Técnicas Reunidas, el 1,38 %. De los grandes valores del selectivo, sólo se han mantenido en positivo al cierre el Santander, que ha subido el 0,21 % e Inditex, el 2,27 %, mientras que el resto han bajado, el 0,03 % Repsol; el 0,12 % el BBVA; el 0,19 % Telefónica y el 0,47 % Iberdrola.

En el mercado abierto, las mayores alzas de la jornada se las llevaron Vocento (8,59 %); Urbas (7,69 %) y NH Hoteles (5,58 %). Por el contrario, las empresas que más cayeron fueron Bankia, el 14,51 %; Vértice 360, el 4,71 %, y Lingotes, el 4,21 %. El efectivo negociado en el mercado ha ascendido a 1.879 millones de euros, de los que algo más de 300 millones procedieron de operaciones efectuadas por inversores institucionales.

Bankia se dejó un 14,510% en la jornada de Bolsa de este jueves, con lo que salda con una pérdida del 34,2% una semana bursátil clave para la entidad, después de que el pasado viernes el FROB fijara en un céntimo el valor nominal de sus acciones y realizara un 'contrasplit' de 100 acciones en una. El banco que preside José Ignacio Goirigolzarri se anotó el mayor retroceso de la última sesión de Bolsa del trimestre, que cerró en 0,165 euros por acción, frente al precio de 0,251 euros al que concluyó el pasado viernes, antes de que se hiciera efectiva la reestructuración de su capital.