La empresa de seguridad del Madrid Arena confiesa que quitó vigilantes para ahorrar

Un coche de la Policía Nacional y tres agentes de la Policía Local de Madrid patrullan en los alrededores del Madrid Arena.
Un coche de la Policía Nacional y tres agentes de la Policía Local de Madrid patrullan en los alrededores del Madrid Arena.
EFE
Un coche de la Policía Nacional y tres agentes de la Policía Local de Madrid patrullan en los alrededores del Madrid Arena.

El coordinador de vigilantes de Seguriber en la noche de la tragedia del Madrid Arena, Juan José París, aseguró este viernes durante su declaración judicial que la empresa redujo el número de vigilantes esa noche con el objetivo de abaratar costes.

En concreto, y según explicaron los abogados de las partes personadas en el juicio, esa noche hubo 38 efectivos cuando lo habitual eran 46.

También había menos Policía Local, un hecho que también han denunciado los sindicatos del cuerpo. Según París, ese día no había patrullas en los puntos habituales, como en el acceso de Puerta del Ángel, o en la puerta del recinto del pabellón municipal.

Esta es la segunda vez que un imputado en el caso de la muerte de cinco adolescentes admite una rebaja en la seguridad del evento.

El primero que lo hizo fue un cargo de confianza del Ayuntamiento de Madrid. El pasado 22 de enero Rafael Pastor Martín, exresponsable de seguridad de la empresa municipal que gestiona el Madrid Arena, Madrid Espacios y Congresos (Madridec), aseguró ante el juez que el dispositivo era "menor" que el de ocasiones precedentes.

Pastor no detalló quién habría sido el responsable de esa decisión ni los motivos de esa rebaja.

No hubo inspección

El coordinador de Seguriber también declaró este viernes que no hubo una inspección como tal del recinto y que, en su caso, él acudió a una "breve" visita al pabellón para que se le entregara la documentación del plan de vigilancia y seguridad de esa noche. Dicho documento, ha defendido, no se cumplió. Fue Seguriber la que lo elaboró, pero después, según su versión, no lo habría llevado a cabo.

La falta de una inspección a fondo explicaría irregularidades como que hubiese puertas de emergencia bloqueadas.

En su primera declaración policial, París Nalda ya había señalado que esa noche se ocupaba únicamente de la seguridad exterior del pabellón. La empresa de vigilantes siempre ha negado que lo que ocurriese en el interior fuese de su responsabilidad.

Sin embargo, el exdirector de Madrid Espacios y Congresos Jorge Rodrigo aportó hace una semana un documento en el que quedaba plasmado que Seguriber se ocuparía también de la seguridad interior. Según el mismo, dentro del recinto había una persona haciendo rondas y otra en el control de cámaras.

En el exterior del edificio, pero aún dentro del recinto vallado del Madrid Arena, Seguriber tenía que evitar el botellón. Sin embargo el parking se convirtió en un 'botellódromo' de pago. Ni la empresa de vigilantes, ni Madridec ni la Policía Municipal le pusieron freno.

Recogió a una de las jóvenes

Nalda dijo a la Policía que sobre las cuatro de la madrugada se dirigió al interior para controlar a los vigilantes, que tenían bajo su responsabilidad la supervisión de las tres puertas de emergencia y de un acceso de mercancías situado en la cota 0.

Desde el control de cámaras pudo ver que una de las puertas que debía estar cerrada se abría e intentaban entrar varias personas. En ese momento se trasladó al lugar y vio en el exterior a una joven tendida en el suelo, llevándola en volandas al servicio médico.

Tras ver a otros vigilantes llevar a otra chica a la enfermería decidió avisar al director de Seguridad de Madridec, Rafael Pastor. A los pocos minutos, se personaron varias dotaciones del Samur para atender a los heridos.

Aquella noche, cientos de jóvenes entraron por accesos no autorizados. Tras la avalancha, porteros de la organización bloquearon una puerta contigua al pasillo donde se produjo el incidente.

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