La campaña de riego de Riegos del Alto Aragón, que finalizó el pasado 14 de octubre, ha estado marcada por la moderación del consumo de agua a través de prorrateos y la comunidad general ha expresado su preocupación por la situación actual, ya que se está perdiendo volumen de agua embalsada.

El vicepresidente de Riegos del Alto Aragón, Francisco Orús, ha trasladado dicha preocupación, ya que la reserva útil de agua en el conjunto de todos los embalses de sistema Gállego-Cinca, de los que se beneficia Riegos del Alto Aragón, es de 89 hectómetros cúbicos, cantidad que continúa descendiendo como consecuencia de las altas temperaturas y los abastecimientos a granjas, industrias y poblaciones. La situación todavía es más preocupante en los embalses de Búbal, Lanuza y El Grado cuya reserva útil se encuentra en términos negativos.

Orús ha manifestado que la campaña ha tenido "muchos avatares", ya que "empezó en una situación normal y a partir del 15 de agosto hubo que prorratear el agua a las comunidades y éstas a los usuarios. Ahora nos encontramos con que los embalses se han quedado bajo mínimos, prácticamente casi para garantizar los abastecimientos de boca y agua industrial, ya que quedan 89 hectómetros útiles entre Búbal, Lanuza, Sotonera, El Grado y Mediano".

Esta situación contrasta con los 471 hectómetros cúbicos útiles existentes en el sistema a la misma fecha del año pasado y sobre todo con el vertido de 1000 hectómetros cúbicos a los largo del año 2010. La Comisión de Uso de las Agua de Riegos del Alto Aragón ha calificado esta situación de "dramática" debido a las nulas precipitaciones en todo el sistema regable y en las cabeceras de los ríos Gállego y Cinca, lo que hace que a fechas en las que generalmente se ha comenzado la recuperación de la reserva la situación sea todavía de pérdida de reserva útil.

Orús ha explicando que "estamos perdiendo volumen de agua embalsada porque los ríos no están aportando agua y parte del agua se tiene que soltar río abajo para mantener los caudales".

El vicepresidente de Riegos del Alto Aragón ha dicho que esta situación se debe a la sequía y a la falta de regulación hídrica. "Los agricultores están haciendo modernizaciones para hacer un buen uso del agua y los embalses son los mismos y un verano seco nos lleva a esta situación", ha señalado Orús, que ha insistido en que "necesitamos que haya más regulaciones, garantizar el agua a los regantes, porque las inversiones son millonarias y en otras comunidades autónomas tienen agua para dos o tres años con los embalses llenos".

Ha lamentado que "basta un verano seco para poner en jaque la economía agraria de cinco comarcas aragonesas y compromete severamente la próxima campaña agraria en un momento económico como el actual".