En 1978 y casi por casualidad la fotógrafa Terry Evans (Kansas-EE UU, 1944) descubrió una pasión que no ha abandonado y por lo que no ha perdido el interés después de más de tres décadas. La contrataron para que documentase con fotos de campo un trabajo de investigación que realizaban los alumnos de una escuela de agricultura y manejo del terreno. Fue entonces cuando descubrió las praderas y su "sutil belleza".

Las Grandes Llanuras del Medio Oeste estadounidense, una inmensidad de 1.300.000 kilómetros cuadrados de extensión —casi tres veces la superficie de España—, en las que vivió durante varios meses para acometer aquel primer encargo, se le presentaron en toda su imperial belleza como un ecosistema perfecto, en ocasiones casi virgen, en el que los cambios son lentos pero drásticos y la variedad biológica mucho más amplia de lo que puede parecer dada la uniformidad circundante.

Evas hizo entonces más de cuatro mil fotos y se empeñó en seguir retratando la vida de las praderas y sus pobladores desde todos los ángulos. Ha empleado tanta imaginación y cariño que la llaman la fotógrafa de las praderas y se ha convertido en una paisajista de referencia en la fotografía contemporánea. Utiliza a menudo y con mucha destreza la fotográfica aérea para conseguir un punto de vista que magnifique el espacio retratado y los efectos de la luz sobre el terreno.

Aunque ha sido protagonista de muchas exposiciones y ha publicado unos cuantos fotoensayos, nadie había organizado nunca una antología sobre la obra de Evans. La deuda queda saldada con el anuncio de Heartland: The Photographs of Terry Evans (El interior: las fotos de Terry Evans), una gran muestra que se celebrará a partir de este otoño (del 20 de octubre al 20 de enero de 2013).

Interés en la relación compleja entre nuestra tierra y nuestras vidas La exposición, con más de un centenar de obras, está organizada por el Nelson-Atkins Museum of Art, de Kansas City, capital de uno de los estados de las Grandes Llanuras y hogar natal de la artista. El museo acaba de anunciar la retrospectiva poniendo énfasis en la "constante sensación de curiosidad y asombro" de Evans, su "compromiso cálido, empático" con sus temas y un "interés permanente en la relación intrincada y compleja que hay a menudo entre nuestra tierra y nuestras vidas".

Evans, que reside en Chicago, es la autora de varias series de fotos que desmenuzan la vida, el equilibro ecológico y el paisaje, geográfico y humano, de las praderas —entre ellas Prairie Images of Ground and Sky, Inhabited Prairie (de imágenes aéreas), Disarming the Prairie y Canada to Texas—.

También ha retratado el ambiente urbano de Chicago, el glaciar de Jakobshavn en Groenlandia, las minas a cielo abierto y acerías y está trabajando sobre el reciente boom del petróleo en Dakota del Norte.