Diez años por matar a un compatriota que iba a denunciar a la Guardia Civil su situación irregular

La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a diez años de prisión a un joven de 29 años que en 2004 quitó la vida con una barra de hierro a un compatriota con el que había mantenido una pelea en el interior de un cortijo y que iba a llamar a la Guardia Civil para denunciar su situación irregular en España. A continuación, se deshizo del cadáver arrojándolo por un barranco.

La Audiencia Provincial de Almería ha condenado a diez años de prisión a un joven de 29 años que en 2004 quitó la vida con una barra de hierro a un compatriota con el que había mantenido una pelea en el interior de un cortijo y que iba a llamar a la Guardia Civil para denunciar su situación irregular en España. A continuación, se deshizo del cadáver arrojándolo por un barranco.

El acusado, que responde a las iniciales S.A., fue declarado culpable por unanimidad por un jurado popular que fundamentó su veredicto "esencialmente" en el testimonio que ante la sala prestaron tres testigos, que relataron que, "de manera personal y directa", vieron al procesado discutir con la víctima, coger la barra de hierro y "golpearle mortalmente en la cabeza".

Además de la "absoluta firmeza y seguridad con la que estos describieron los hechos", el jurado tuvo en cuenta para inferir la intención de matar de S.A., las dimensiones del arma homicida y la fuerza del acometimiento en la agresión "ya que destruyó el cráneo y la masa encefálica de la víctima", así como la testifical de la Guardia Civil, que describió cómo en el lugar del crimen había evidencias de que se había arrastrado el cadáver.

Según se recoge como probado en la sentencia de la Sección Segunda, a la que ha tenido acceso Europa Press, el procesado, de nacionalidad marroquí y en situación irregular en el país, inició una pelea con la víctima a las 02,00 horas del día 19 de agosto de 2004 mientras estaba junto a otros compañeros en un lugar conocido como 'Cortijo Mulero', en la pedanía de Palomares, en Cuevas del Almanzora (Almería).

Los testigos lograron separar a ambos en un momento de la "fuerte discusión" y entonces, el fallecido, en situación legal en España, decidió llamar a la Guardia Civil para denunciar a S.A., quien, con la finalidad de impedirlo, asió una barra de hierro de 185 centímetros de longitud y le dio un golpe en la cabeza. La víctima falleció de "inmediato" por traumatismo craneoencefálico severo.

El fallo, contra el que anunció recurso de apelación la defensa del acusado después de que el jurado rechazase que el acusado hubiese actuado por arrebato y obcecado por la posibilidad de ser expulsado del territorio nacional, recoge que denota que hubo ánimo homicida en el S.A. el que mantenía "malas relaciones" con el fallecido y que trató de esconder el cadáver, "lo que descarta cualquier sentimiento respecto él".

El tribunal le impone diez años de cárcel como autor de un delito de homicidio frente a los doce años interesados por el fiscal al no concurrir circunstancias agravantes de la responsabilidad criminal y le condena, asimismo, al pago de 120.000 euros a los herederos legales de la víctima.

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