Además, se completa con un navegador de Internet, un gestor de correo electrónico y herramientas tanto de retoque fotográfico como de edición de gráficos.

Todos los ordenadores del aula se conectan al del profesor, del que dependen. Es esa computadora, la del docente, la que asume y supervisa toda la carga de trabajo. De este modo, se controla y evita la entrada de virus.

El número de centros que contarán con el sistema informático aumentará de forma gradual, según la directora de Innovación Tecnológica, Silvia Caballer, para «evitar el caos en el sistema».