El Gobierno de Cantabria, los sindicatos mayoritarios y la patronal han sellado este jueves lo que consideran el "prólogo" a un acuerdo de legislatura para la Concertación Social, entendido este como una "hoja de ruta" para los próximos cuatro años que se firmará definitivamente a principios de 2012, pendiente de la concreción de las partidas presupuestarias.

El paso dado ahora es un "símbolo" de la unidad que todas las partes quieren mantener en un proceso en el que trabajaran "juntos" para consolidar el sistema productivo cántabro e impulsar la creación de empleo.

Los máximos responsables de UGT y CC.OO., María Jesús Cedrún y Vicente Arce, han elogiado como principal novedad el protagonismo del presidente cántabro, Ignacio Diego, en la Concertación Social, cuestión que echaban en falta en el anterior Ejecutivo de coalición, presidido por el regionalista Miguel Ángel Revilla, en el que este acuerdo lo impulsa la vicepresidenta, la socialista Dolores Gorostiaga.

El presidente Ignacio Diego ha expresado que de esta forma se transmite la voluntad de todas las partes de considerar el acuerdo como una prioridad. Desde CC.OO. valoran que se ha logrado "amarrar" al Gobierno para toda la legislatura, en un proceso en el que UGT ha admitido que irán surgiendo desencuentros, que se resolverán desde la "madurez".

El texto no recoge cifras concretas, pues estas dependerán de los presupuestos de la comunidad autónoma, para cuya presentación se mantiene la fecha del 21 de noviembre.

Y habrá revisiones anuales del proceso, para adaptarse a la realidad en cada momento.

Las partes precisan que eso no quiere decir que el proceso se paralice ahora, ya que la próxima semana habrá contactos para la definición de los presupuestos del Servicio Cántabro de Empleo o el Instituto Cántabro de Servicios Sociales.

Además, las mesas de la concertación, a las que Diego ha mostrado su intención de asistir en persona siempre que pueda, se reunirán con una periodicidad trimestral, con la novedad de la presencia de la Consejería de Educación, que refleja la prioridad que se da a la formación en la salida a la crisis.

Las distintas mesas sectoriales deberán adaptarse a la nueva organización del Gobierno de Cantabria tras la victoria del PP, en la que, por ejemplo, desaparecieron las consejerías de Empleo o Cultura, para adscribirse sus competencias a otros departamentos.

El presidente de la patronal, Alfredo Salcines, ha advertido de que juzga "imprescindible" la definición de las infraestructuras y ha reclamado que se elabore un Plan de Financiación que coordine al ICO, el ICAF y el SOGARGA.

El acuerdo urge a la elaboración de un Plan de Empleo y de planes sectoriales específicos para el comercio, el aprovechamiento de recursos marinos, el turismo internacional, los recursos forestales o un plan para el sector agroalimentario, además de recoger observatorios específicos para subsectores y el Observatorio Regional de Empleo y Formación.

Marco para el diálogo social

En el texto del "marco" para el diálogo social, se hace hincapié en la necesidad de aunar esfuerzos ante el objetivo común de todas las partes de reactivar la economía para lograr la recuperación del mercado laboral tras admitirse el "agotamiento" del modelo de crecimiento de los últimos años.

Por eso, apuestan por "recuperar la cultura del esfuerzo", además de por dar una respuesta "rápida y profunda" a cuestiones como el sistema educativo, las "cargas fiscales y burocráticas" a los emprendedores y el "desequilibrio heredado" en las cuentas públicas.

"El esfuerzo sostenido en la mejora de la calidad de la educación, la formación específica en emprendimiento, la simplificación y mejora del marco legal y la reducción del déficit público contribuirán al crecimiento y a la creación de empleo", resume el documento.

Para ello, parten de que, pese a la pasa de paro cántabra es inferior a la nacional, la tasa de actividad también lo es, y además, se "arrastra" en los últimos meses un ritmo de incremento del desempleo superior a la media de las comunidades autónomas.

Dentro de las medidas que se desarrollarían en esta "nueva fase" del diálogo social, está la puesta en marcha del Pacto de Empleo.

La igualdad, la innovación o el dinamismo deben ser los valores de la nueva Concertación, sustentada sobre los ejes de las personas como parte "central" y "mejor capital de la sociedad" —lo que supone consolidar la protección social—; la consolidación y modernización del tejido productivo con el sector industrial como "base" del crecimiento que "garantiza" la innovación, entre otros.

Fomentar la cooperación empresarial, implantar observatorios de los subsectores productivos, potenciar sectores tradicionales son otros valores del acuerdo, que apuesta por elaborar planes sectoriales específicos para el comercio, el aprovechamiento de recursos marinos, el turismo internacional, los recursos forestales o un plan para el sector agroalimentario.

El acuerdo incide en una "apuesta clara" por el fomento de energías renovables en la que el presidente de la patronal, Alfredo Salcines, matiza que debe haber un equilibrio entre el crecimiento económico y el respeto al medio ambiente.

El empleo es un eje "transversal" del texto, en el que se apunta a actuaciones "concretas" con colectivos como los jóvenes, las personas en desempleo de larga duración y los mayores de 45 años, a través de un Pacto por el Empleo que involucre a todas las Consejerías del Gobierno y que cuente con la "coordinación" específica de las de Empleo y Educación.

Los objetivos tendrán una "evaluación continua" y "seguimiento constante", para lo que se quiere dar un papel "referente" al Observatorio Regional de Empleo y Formación.

Entre los organismos "prioritarios" se enumera al Servicio Cántabro de Empleo, el Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (Orecla), la Inspección de Trabajo y de Seguridad Social y el Instituto de Seguridad y Salud en el Trabajo.