Vecinos de la pareja de Torrejón cuya hija de 18 meses está en estado crítico por un disparo de su padre, han asegurado que ambos progenitores vivían juntos pese a tener él una orden de alejamiento, y mantenían constantes peleas.

De hecho, los vecinos del bloque se habían reunido en varias ocasiones para llamar la atención a la pareja, que vivía en el inmueble desde hace unos cinco años, y la familia que residía justo en el piso inferior llegó a poner una denuncia en junio pasado por los gritos y golpes "insoportables" que se escuchaban.

La mujer que vive en ese piso, que hasta este momento desconocía que los protagonistas de este suceso son sus vecinos, ha dicho "hace un par de meses tuvo que venir la policía a llevárselos a los dos".

Por su parte, la inquilina del piso de al lado ha señalado que los dos trabajaban, ella en un comercio y él en una ocupación en turno nocturno, y se ha mostrado sorprendida al conocer que era su vecino el padre que había disparado a la niña.

Esta mujer está convencida de que el hombre, Roberto M.M., que se suicidó tras disparar a su hija, "no tenía la intención" de disparar a la niña, "porque él siempre la cuidaba y la sacaba al parque todas las tardes".

"Los problemas eran entre ellos"

Ha explicado, además, que las peleas entre ambos "se calmaron" los meses siguientes al nacimiento de la niña, aunque se habían intensificado desde hacía algún tiempo.

"Es una pena, sobre todo por el bebé, que es una monada, porque los problemas eran entre ellos, ella no tenía la culpa", agregó.

La dueña de una tienda de la zona ha asegurado Roberto M.M. era un cliente asiduo y le ha descrito como un hombre "tranquilo, educado y más bien tímido".

Ha añadido que, sin embargo, "en los últimos meses parecía muy triste y estaba menos hablador" porque "tenía problemas con su mujer", una joven española.

Otros vecinos aseguraron haber visto al hombre con la niña en varias ocasiones y tratarla "muy bien", por lo que mostraron su extrañeza por lo sucedido.